El llamado a los bomberos lo habrían realizado apenas pasadas las 3 de la mañana, unos jóvenes que vieron abierta la puerta del local ubicado en la calle 25 de Mayo entre San Martín y General Paz y una densa columna de humo que salía del interior.
En la localidad dirigida por el massista, José María Eseverri, no fue un atentado del que no existen precedentes.
El precandidato a concejal, Ernesto Cladera, habló directamente de una caso de “intencionalidad política”, aunque indicó desconocer de donde provino el ataque.
“Es un edificio histórico, que se adquirió en el 83?. Hemos pasado una parte de nuestra vida ahí” detalló el integrante de la fuerza centenaria.
Y en declaraciones a El Popular, confió sobre las boletas que se hicieron cenizas que “La ¿casualidad? es que salíamos a repartirlas hoy a las diez. Ahora estamos juntando las que quedaron, las vamos a repartir igual, son votos validos”.
Hubo tres focos de incendio, en el salón que da al frente, lleno de material proselitista, en otra habitación donde también había cajas con boletas y en el garaje, donde se guardaban afiches, carteles y pancartas.
Según los primeros indicios, la puerta que da al patio había sido violentada, signo de que los pirómanos ingresaron por los fondos, probablemente por una churrasquera, y la del frente también. La primera conclusión era que los autores del atentado entraron por detrás y escaparon por el frente, cuando las llamas ya eran incontenibles.