¿Cuál es el análisis que usted hace del conflicto docente?
¿Cuál es el análisis que usted hace del conflicto docente?
A mí me asombra mucho. Durante años ha habido, como es lógico, reclamos salariales por parte de los docentes, y siempre se ha llegado a una solución. Lo que está pasando hoy es una situación nueva, muy paradójica, porque por un lado casi todos los docentes en la Argentina han logrado una solución con sus respectivos gobiernos provinciales, pero en Buenos Aires no. Por otro lado lo que está pasando es que los docentes no encuentran una respuesta por parte del gobierno de la provincia de Buenos Aires, que no atina a lograr una solución del problema. Insisto, es la primera vez en muchísimos años que ocurre algo así. En segundo lugar, también es muy paradójico que los docentes forman parte del sector de argentinos que han sido beneficiados por el gobierno nacional; la clase media a la cual han llegado planes sociales, aumentos salariales, y que de hecho se discute el aumento desde un nivel de dignidad. Hay que pensar cómo era la situación hace diez años, en donde la discusión salarial se hacía desde una situación en donde los docentes no podían pagar el transporte para llegar a la escuela. Ellos, como todos los trabajadores tienen todo el derecho constitucional de luchar por mejores salarios y adecuarlos al costo de la vida. Es una situación muy compleja.
¿Se le fue de las manos el conflicto a Scioli?
Yo no sé si se le fue de las manos, porque la solución que propone es una solución que no sirve, sencillamente. A lo mejor no le interesa. Tal vez le interesa llegar a otros sectores, porque pensará que estos sectores (docentes) no son importantes.
De ser realmente así, eso es grave…
Llama mucho la atención. También la otra cuestión es que la educación es cara, acá, en China, en Estados Unidos, en Chile o en donde uno quiera. Es una inversión, no es un gasto. Esto desde el punto de vista de quien tenga un pensamiento democrático –además nacional y popular-, pero bueno, simplemente un pensamiento democrático de alguien que quiere pensar a futuro, entiende eso. Ahora, quienes tienen un pensamiento neoliberal, pragmático y más ortodoxo desde el punto de vista económico, piensan que la educación es un gasto. Como la educación en la provincia de Buenos Aires es de alrededor del 6% del presupuesto, es evidente que hay una decisión de disminuir lo que ellos consideran un gasto.
Dejando de lado los problemas económicos por los que atraviesa la gestión de Scioli, mucho se critica también el manejo de Nora de Lucía al frente de Educación, porque su formación no es del ámbito de la docencia. ¿Cómo analiza esta cuestión?
Indudablemente eso tiene que ver. Yo creo que el centro de la cuestión es este. Han puesto al frente de la Dirección General de Cultura y Educación a una persona cuyos méritos como contadora y como persona especializada en cuestiones financieras no discuto, pero precisamente lo que discuto es que se quiera dirigir la educación con una mirada de contabilidad; no con una mirada pedagógica-político-educativa. Incluso ahora hay una gran cantidad de funcionarios nuevos en la Dirección General de Escuelas que son especialistas en eso, entonces la idea es ver cómo hacer para reducir la inversión en Educación.
Hablando estrictamente del comportamiento de los gremios docentes, desde el gobierno provincial acusaron más de una vez que detrás del reclamo hay un trasfondo político. ¿Es así?
Con respecto a los docentes, me parece que empezaron desde puntos muy distintos: el Gobierno tratando de no hacer nada, o muy poco, y quizás el gremio pidiendo mucho. Me parece que empezar con un paro fue muy fuerte; ojalá encuentren otras medidas para poder diversificar las acciones que se toman –puede haber muchas otras-, para perjudicar lo menos posible a los chicos y las familias. Creo que se confunden las cosas; una cosa es decir que los perjudicados son los chicos y las familias y otra es echarle la culpa a los docentes, ¿qué se pretende? ¿que terminen trabajando gratis? Los docentes también están perjudicados: ellos, sus familias y sus hijos. Acá, en realidad, el que causa el perjuicio no es el docente. Detrás de todo esto, el que está causando este problema es el gobierno de la provincia de Buenos Aires, a diferencia del gobierno nacional, que llega a los docentes, como sector social al que le ha brindado muchísimas medidas: hoy la protección de precios, por ejemplo.
¿Y cuál es la solución a este conflicto que pareciera ser eterno?
Es una situación muy compleja. Tal vez lo que veo es que el gobierno de la Provincia debe estudiar una forma de no invertir en otras cosas y sí invertir en Educación y en Salud, que es donde las cosas están muy mal. Hay que sentarse y estudiar las cuentas del Gobierno, para ver cómo se rearma, porque es una cuestión de contabilidad, pero también –como ya lo he dicho-, es una cuestión de tener una política educativa; y al gobierno provincial no le interesa tener una política educativa.
¿El desarrollo de esta relación Gobierno-Docentes cómo cree que afecta a la figura del gobernador Scioli? Teniendo en cuenta sus intenciones de ser virtual candidato en 2015.
Eso es muy difícil. Casi no puedo contestar esta pregunta porque es muy complicado. La formación de la opinión que luego se traduce en un voto es una cosa que tiene muchísimos elementos.
Y hablando de elecciones ¿Qué pasará en octubre?
Yo creo que sin dudas va a ganar el Gobierno. No solamente porque la oposición esté completamente descompuesta y es un desastre; es una oposición que no tiene ninguna propuesta y lo único que puede hacer es insultar. Cuando se llega al punto del insulto y el agravio es porque no se tiene otra cosa que decir. Creo que el Gobierno no va a ganar solamente por eso; creo que va a ganar porque su política es la política que el conjunto del pueblo argentino está recibiendo y apoyando. Es una política de justicia social, de defensa de la Nación, con políticas vinculadas entre sí que hacen que el nivel de vida mejore, en donde ha bajado el nivel de desocupación, por ejemplo. Se trata de una década ganada en relación a un mundo que se viene abajo. El Frente Para la Victoria va a hacer una excelente elección y la Presidenta va a recibir una revalidación de su política.