Política

Las testimoniales, recurso para expresar descontentos

Por Daniel Bilotta (*).-   Como parece haber descubierto la oposición en las PASO y en el Per sáltum, los intendentes utilizarían las testimoniales como eco del rechazo a incluir como candidatos a concejales a miembros de “La Cámpora.”

Con lo que podría ser interpretado como  una cuota de oscuro cinismo, desde la Casa Rosada se apelaría a “La Cámpora” para imponerle a los intendentes del Conurbano una restauración forzosa a lo que se considera ahora como un déficit crónico que no han podido resolver por sí solos: la incapacidad de expresar en forma cabal los intereses de un oficialismo que parece evolucionar hacia un proyecto sin final abierto. O, lo que es lo mismo, imaginarse uno que no contemple la reelección de la presidente Cristina Fernández.

 

Pionero al menos en los rumores que circulan desde la semana que pasó, quizás Fernando Espinoza logre el reconocimiento de algún tipo de liderazgo que le ningunean sus pares de la Tercera Sección adelantándose a encabezar este incipiente movimiento de resistencia inspirado en la versión más elemental de la filosofía oriental que promueve aprovechar la fuerza del otro en beneficio propio.

 

Nada novedoso en el espíritu rebelde de la genética peronista pero sí un indicador más en una tendencia creciente. Como las PASO en el plano electoral o el recurso del Pér Sáltum al que podría recurrirse para resistir la reforma judicial que impulsa el gobierno nacional, las testimoniales pasarían a confirmar que los instrumentos de la matriz política y económica  del kirchnerismo  no son perfectos y dejan la posibilidad de explorar otras aplicaciones prácticas.

 

En el anuncio oficioso de convertirse en el primer candidato a concejal de su lista en las internas abiertas del intendente de La Matanza que también sopesan alguno de sus pares de la región, debe leerse el primer desafío encubierto a negociar con una formación política que en alianza con otros dirigentes intenta traspasar los límites que les imponen no solo el rechazo de los jefes comunales sino carencias propias como una débil estructura política en el Gran Buenos Aires y la mala reputación de sus figuras más conocidas en la opinión pública.

 

La más valiosa de todas ellas es la consolidada con Martín Insaurralde en Lomas de Zamora que, de forma paradójica, sirvió para reubicar a Juan Gabriel Mariotto en el tablero político: el vicegobernador, enconado rival del intendente en ese distrito tiene instrucciones precisas de abandonar cualquier militancia activa  allí y enfocarse, en cambio,  en el vecino de Almirante Brown donde la pelea por la sucesión de Rubén Darío Giustozzi al frente del Municipio superó largamente el estado embrionario y amenaza desarrollarse sin esperar a saber si integrará, como es su deseo, la lista de diputados nacionales del Frente para la victoria.

 

Mariotto no estará solo: es un hecho el lanzamiento a la arena política de dos vecinos de la coqueta ciudad de Adrogué que han hecho de la función pública el vínculo más firme que mantienen con el peronismo bonaerense: Martín Arias Duval y Mariano Cascallares. Aunque los dos mantienen buena relación con el vicegobernador, lo harán desde espacios diferentes. El director Nacional de Migraciones en representación de Florencio Randazzo, y el titular del Instituto de Previsión Social bonaerense en nombre de Daniel Scioli.

 

No se trata de un cambio de percepción del ministro del Interior y del gobernador bonaerense  sobre un potencial  aliado en otro contexto  y el juicio es extensible a otros partidos del Gran Buenos Aires: apunta a sentar modestas cabeceras de playa  en las legislativas de este año con la intención de tomar de ellas mayor rédito en el 2015, fecha en que la mayoría de los jefes comunales en actividad querrían dejar cerrado su ciclo en esas funciones.

 

Insaurralde es quien está más cerca de materializar esa ambición. Se descuenta que ocupará el segundo o tercer lugar de una lista que podría sorprender con la casi segura inclusión de Juan José Mussi, caudillo del viejo duhaldismo que hasta el momento viene anticipando con notable lucidez el movimiento de las mareas políticas y acomodándose a  ellas.

 

Mussi se encargó, al menos en lo formal, de darle cumplimiento al mandato del trasvasamiento generacional en Berazategui al renunciar a la intendencia que ahora ocupa su hijo Juan Patricio, para dedicarse desde la secretaría de Medio Ambiente a tejer una fuerte relación personal y política con su superior, Alicia Kirchner. La ministro de Desarrollo Social es, aún después del traspié con las inundaciones en La Plata, una voz autorizada de los planes del oficialismo en el Conurbano.

 

Paso que resiste su vecino y hasta hace poco inseparable ladero, Julio Pereyra de Florencio Varela pero que buscaría concretar Francisco “Barba” Gutiérrez con su  sobrino y primer concejal, David. Gutiérrez es otro que aspira a integrar la lista al igual que  Jorge Ferraresi de Avellaneda pero comprometido a conservar su cargo, según dejan trascender desde el oficialismo: el intendente no logró una amalgama capaz de superar al aparato del PJ que lidera su mentor y rostro público  de la  invisibilizada corriente “La Juan Domingo”, Baldomero Fernández de Oliveira. O “Cacho”, a secas.

 

Los casos de La Matanza, Lomas de Zamora y Almirante Brown resultan, sin embargo, los más paradigmáticos: Espinoza, Insaurralde y Giustozzi venían enfrascados en una feroz y despiadada competencia por ser sindicados desde la casa Rosada como el númen indiscutible del Gobierno en la Tercera Sección.

 

Disputa que alcanzó su clímax con la solicitada suscripta por 90 jefes comunales a favor de morigerar la protesta de los docentes bonaerenses del pasado 27 de marzo a la que adhirieron todos los de esa región a excepción de Insaurralde. Una jugada de riesgo que le habría deparado un resultado ambiguo: acrecentó la desconfianza entre sus pares al tiempo que, en apariencias, habría mejorado su posicionamiento dentro del oficialismo.

 

Aún así y pese a las versiones favorables que recogen, su entorno aguarda con expectativa una señal más firme que podría materializarse esta semana con la visita que le efectuará Alicia Kirchner.

 

Más modesto y con la excusa de recordar el 94º aniversario del nacimiento de Eva Perón, Giustozzi recibirá con un plenario general de la militancia a Cristina Álvarez Rodríguez, Gabriel Katopodis, Mario Oporto y Darío Díaz Pérez.

 

Muestrario de la necesidad de investirlo de un oficialismo que le retacean quienes se arrogan su paternidad, la lista de invitados expresa también las tensiones abiertas por una eventual sucesión: la presidente del PJ y ministro de Gobierno llega de la mano de la senadora provincial Patricia Segovia, a quien Giustozzi aspira a dejar a cargo del Municipio en el 2015.

 

Iniciativa que encuentra fuerte resistencia en la menguada dirigencia del PJ que, como su titular e intendente, adolece de la misma virtud que se busca por estos días: una prosapia kirchnerista sin dobleces. La queja amarga de algunos de ellos incluye diatribas contra Amado Boudou.

 

Al vicepresidente le atribuyen haber truncado la jugada que Giustozzi habría acordado con Pereyra y Espinoza por la Tercera Sección y  Mariano West y Alberto Descalzo, intendentes de Moreno e Ituzaingó de la Primera, para consensuar en el Congreso  del pasado mes de diciembre que Álvarez Rodríguez  ocupe la titularidad del PJ.

 

 “Después cayó Boudou y lo sentó en la mesa a Martín (por Insaurralde) y lo bajó a Darío (Giustozzi)  “se confesó uno  consultado por Letra P, en notable sintonía con lo que el vicepresidente habría confiado ese mismo mes pero en una reunión para despedir el año que compartió con “Carta Abierta” en la Biblioteca Nacional. “ Y qué querés con Giustozzi” respondió a la queja de un K por la falta de participación política que se evidenciaría en el oficialismo de Almirante Brown.

 

Herido por el tres veces postergado y finalmente anulado encuentro de intendentes en La Matanza, Espinoza no tendría inconvenientes para ser sumado a la lista de diputados aunque la exigencia de “La Cámpora” sería la inclusión en la lista de concejales de allegados a esa corriente.  La respuesta del intendente circula  por ahora  bajo la forma de un rumor.

 

También el de que Giustozzi analiza una variante por el estilo. No son los únicos. Un jefe comunal del Tercer Cordón y de fuerte identidad oficialista fue quien dejó entrever la paradoja: la idea de abrir las listas de ediles que rechazan todos por igual podría convertirse en un factor de unidad entre ellos que no habían considerado hasta ahora.

 

Puestos a jugar a la diplomacia admiten que Wado de Pedro es una figura potable tanto como no lo es “para la opinión pública” un “fundamentalista” como Andrés “El Cuervo” Larroque que, no obstante, “gozaría de la confianza de la Presidente.”

 

Nadie agitará peleas ni alentará rupturas en un panorama incierto y preocupante que convocó a varios a la reunión de urgencia convocada por la “Corriente Nacional de la Militancia” en la ciudad de Buenos Aires el pasado 2 de mayo que nuclear, entre otros, al senador Daniel Filmus y al diputado provincial  Fernando “Chino” Navarro, figuras refractarias para “La Cámpora.”

 

Del encuentro no trascendió otro detalle que la necesidad de analizar la caída de 10 puntos en la imagen de Cristina registrada en abril en lo que se estima su bastión electoral: la región del Conurbano.

 

(*) Periodista. Analista político

 

La jueza María Eugenia Chapero lidera la Red Mujeres para la Justicia.
Rodrigo De Loredo, jefe de la UCR, durante el debate de la reforma previsional. 

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