Cuando el joven Julián Axat se presentó al cargo de Defensor Oficial del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, estaba muy lejos de ser uno de los elegidos por el gobernador Daniel Scioli, quien finalmente se decidió por la influencia de uno de los miembros del Gabinete por ese entonces. Pero la historia vuelve a repetirse, cuando el funcionario judicial recorre los pasillos de la Legislatura bonaerense en búsqueda de ayuda de algunos diputados y senadores.
Con la misma intención que tuvo antes de asumir, hoy golpea la puerta de los despachos para obtener el beneficio que aquellos legisladores, que por entonces representaban a diferentes distritos de la Provincia, le dieron. Pero lo importante es que Axat, luego de una instancia, quedó en la terna pero estaba lejos de ser el elegido por la máxima autoridad: el Gobernador.
Así, al percibir la lejanía del cargo, el jurista no paró un minuto y “quemó las naves” para tratar que todas las influencias posibles lo impulsen al tan ansiado puesto. De esta forma, se comunicó con la ex Secretaria de Derechos Humanos, Sara Dorotier de Cobacho, quien fue el nexo para que se reuniera con el siempre cuestionado Ricardo Casal. Sin atenuantes, el aval del ejecutivo llegó.
El día de la jura -10 de julio 2008-, a muchos le sorprendió el afectuoso abrazo que el joven abogado, autoproclamado “de izquierda”, se dio con Casal, la figura que todas las organizaciones de Derechos Humanos, y de buena parte del poder político opositor en el territorio bonaerense, defenestran por su accionar al frente de la cartera de Seguridad.
Pero al igual que molestó en los sectores progresistas esa manifestación efusiva, al oficialismo le llamó la atención como se terminó enfrentando con el funcionario que lo catapultó al actual cargo. Hoy, cuestionado por diferentes espacios, se reunió con Emilio “Taca” López Muntaner para mantenerse en el puesto, amenazado por las huestes sciolistas “por abuso de poder e incumplimiento de los deberes de funcionario públicos” en lo que cuenta a la investigación por las muertes ocasionadas en el último temporal.