El gobernador Daniel Scioli, pidió el diálogo y dejar de confrontar, mientras que el diputado Agustín Rossi consideró una “emboscada” los silbidos y abucheos a Boudou en su provincia.
Por su parte, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, condenó los hechos y los atribuyó a “sectores minoritarios” que no representan a nadie. “Es una vergüenza. Igualmente, son sectores minoritarios. La mayoría de argentinos no estamos de acuerdo con ese tipo de actitudes”, señaló.
También, el canciller Héctor Timerman y la ministra de Seguridad, Nilda Garre se pronunciaron respecto al tema. El primero, calificó a las agresiones como “fascistas” y la segunda se solidarizó con los agredidos y tildó las acciones de “cobardía patotera”.
Por último, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, atribuyó los abucheos “al clima de tensión generado por el Gobierno”, aunque se manifestó “en desacuerdo” con esa situación y dijo que “el gran desafío de 2015 es volver a unir a la Argentina”, porque “ganar va a ser la parte menos importante”.