Municipios

Una plaza diferente y nada que festejar en el aniversario de La Plata

Un vendedor de origen africano vende una billetera a una mujer que tarda en decidir la compra; tiene un stand improvisado, como los que arman sobre calle 8 pero esta vez con un poco más de despliegue en Plaza Moreno. A su lado, un puesto del Centro Basko Euzko muestra algunos panfletos de la tierra añorada del otro lado del atlántico junto a fotos del edificio que posee la institución en la esquina de 58 y 14. El vendedor africano también vende lentes. Todos a 40 dice. De cuerpo ancho viste un jean y tiene puestas dos remeras: una verde y sobre esa una blanca del municipio local, con la inscripción “Yo Participo! Aniversario Solidario”.

 

Este no fue un aniversario más en la capital provincial. La inundación del 2 abril marcó para siempre a los habitantes de la ciudad. De a ratos y sobre todo en las urnas marcó también a las autoridades políticas.

 

El 19 de noviembre del 2012, el municipio platense había hecho una fiesta como hacía rato no se daba para festejar los 130 años de vida de la ciudad. En Plaza Moreno había tocado el grupo puertorriqueño Calle 13 ante más de 100 mil personas. Un cierre a fuegos artificiales y un despliegue impresionante coronaban el año de una gestión que tenía –con sus matices- una buena aceptación de parte de la ciudadanía. Con el gran show a nivel internacional y de cara a un año electoral los Bruera esperaban el 2013 y las elecciones con el pecho inflado. Pero todo se diluyó con el agua.

 

Con la victoria de las elecciones del 2009 y del 2011, la gestión Bruerista había tejido acuerdos, aumentado su poder político y logrado una amplia mayoría en el concejo deliberante. Cuando se empezaron a buscar responsables políticos al 2 de abril, únicamente el bloque del FAP junto al concejal- hoy en Frente Renovador- Guillermo Duva ,votaron  la interpelación al intendente en el concejo deliberante. La fuerza –minoritaria- quedó sola. El PRO, el Massismo, el denarvaismo y hasta el kirchnerismo de paladar negro encarnado por La Cámpora y el alakismo rechazaron el pedido de interpelación sumado a la mayoría bruerista y la iniciativa quedó cajoneada.

 

Pero el rechazo a Bruera se dio en las urnas mayoritariamente, aunque también en las calles cuando los días 2 de cada mes-a veces con más presencia que otras- las asambleas de inundados caminan desde los jardines de la municipalidad hasta la Casa de Gobierno. Fue la presión de las asambleas lo que hizo que el ejecutivo municipal repare en lo que iba pasar en el aniversario número 131 de la ciudad.

 

Nada que festejar

 

Pablo Bruera había anunciado para celebrar el cumpleaños de la ciudad, un show musical con la presencia del Chaqueño Plavecino, Soledad en Plaza Moreno y el grupo de cumbia local Los Totora en Plaza Islas Malvinas, pero el repudio fue generalizado: NO HAY NADA QUE FESTEJAR fue el slogan de los asambleístas y así mediante una carta girada al municipio días antes del 19, desde calle 12 se empezaron preguntaron qué hacer.

 

Los asambleístas, antes, se habían reunido junto al Juez en lo Contencioso Administrativo, Luis Arias, con el vicegobernador Gabriel Mariotto y le habían transmitido su preocupación. Llegó el 15 de noviembre y se hizo oficial la decisión de suspender el show. Pero antes ya se había bajado por propia iniciativa una de las artistas que iba a tocar: Soledad Pastorutti.

 

Finalmente llegó el 19 de noviembre y la capital de la ciudad atravesó el día con sensaciones encontradas. Por la mañana el intendente municipal junto a su gabinete y concejales fueron abordados por la presencia de familiares de víctimas de la inundación en las escalinatas de la catedral; se consagraba el Tedeum de cada aniversario y Pablo Bruera esquivaba la presencia de los inundados. Luego los familiares de víctimas denunciaron que gente del municipio le rompió los carteles y hasta los golpeó. Bruera entró rápido y se refugió en la iglesia esperando la tradicional misa que ofició Monseñor Héctor Aguer. Pero hasta el propio cura máximo de la capital, de buena sintonía con la gestión municipal, le recordó al intendente el 2 de abril.

 

Fue Aguer quien dijo que los efectos de la inundación “todavía se hacen sentir penosamente”. El diario El Día, que oficia las veces de órgano difusor de la gestión municipal, dio cuenta de esto y publicó que la autoridad de la curia platense criticó “la falta de preparación de la estructura urbana para soportar sin graves daños una lluvia copiosa”.

 

Pero para Pablo Bruera, el diario El Día es un aliado comunicacional. El medio, que es uno de los dos diarios impresos que circulan en la ciudad y el que más vende, fue uno de los ámbitos en donde sí pudieron festejar Bruera y los suyos. Sucede que en la noche del 18 de noviembre, como desde hace varios años, la fundación Florencio Pérez, que es presidida por el director del diario, Raúl Kraiselburd, celebró su tradicional gala. Allí se recaudaron fondos “para el desarrollo de programas de asistencia social, y contención de niños y jóvenes” además del apoyo  “a las instituciones de la Ciudad que trabajan con esos mismos fines” a través de la venta de tarjetas.

 

Se filtró de esa fiesta -que tuvo entre sus presentes además del intendente al diputado nacional Francisco De Narváez, el Jefe de Gabinete de la Provincia, Alberto Pérez; los ministros bonaerenses Martín Ferré, Nora de Lucía, Oscar Cuartango, Ricardo Casal; y a la vicejefa de la ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, entre otros- una foto en la que aparece Bruera bailando en plena pista; lo que generó mayor malestar.

 

Una plaza más

 

Pero por la tarde el intendente no se hizo presente en Plaza Moreno. En el centro geográfico de la ciudad el aniversario platense fue diferente.La gestión municipal decidió hacer un Aniversario Solidario en donde los ciudadanos podían hacer llegar su donación de leche y pañales para la cooperadora del hospital de niños Sor María Ludovica. No hubo grandes escenarios ni show.

 

Sólo un locutor –el locutor oficial y una de las voces de la radio municipal Vibra- invitaba a donar en la carpa montada sobre calle 12 y pasaba música, inclinando el tracklist hacia la banda Agapornis. Nunca se escuchó la palabra inundación de manera oficial. Alrededor de la plaza, sobre calle 14, algunos colectivos estacionados con calcomanias que indicaban que estaban al servicio de la municipalidad, esperaban que la jornada termine para llevar a algunos de los que caminaban por la plaza de nuevo hasta sus hogares.

 

Se pusieron a disposición 7 juegos inflables que se repartían entre toboganes y castillos; una feria de productos regionales de diferentes colectividades ofrecían productos que iban desde plantas hasta cerveza artesanal, luego hubo algunos show de baile.

 

Uno de los que sí puso la cara y dijo presente fue el Jefe de Gabinete, Santiago Martorelli; el mismo que en el programa de radio de Horacio Cabak había dicho que Bruera, durante el 2 de abril, había estado dando ayuda a los inundados cuando en realidad todavía estaba en Brasil.

 

Martorelli iba y venía a paso lento por el centro de la plaza, saludaba a algunos delegados municipales, como el de Villa Elisa por ejemplo, o al Secretario de Salud municipal. Algunos colaboradores de pechera naranja repartían bolsas ecológicas que también daban cuenta del aniversario solidario.

 

Sobre los jardines de calle 12, un simple cartel clavado en la tierra rezaba la leyenda “víctimas del 2 abril”; el cartel está ahí por voluntad de los inundados. Un grupo de jóvenes que pasaron por la puerta de la municipalidad, frenaron, una se acercó, lo leyó y siguieron su paso hacia calle 51. Los automovilistas que circulaban por calle 12 mucho más relajados que cualquier día de la semana, giraban su cabeza hacia la izquierda y miraban la plaza. Esta vez, este 19 de noviembre, no se cortó la calle, no se valló la plaza, ni hubo fuegos artificiales, esta vez no hubo “nada que festejar”.

 

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