Ese delito fue agravado, según el procesamiento firmado por Lijo, debido a que Benítez sacó de la gaveta de la cabina del tren el disco rígido con las imágenes de lo sucedido aquella mañana.
Asimismo, el magistrado embargó a Benítez por $2,5 millones.
De acuerdo con la resolución, se logró demostrar que el impacto del tren tuvo relación con las acciones del motorman, provocando lesiones a unas 105 personas.
Asimismo, Lijo comprobó que Benítez conducía de manera consciente, temeraria y que no redujo la velocidad de la formación, ingresando a la estación Once a 22 kilómetros por hora. Descartó además que el tren haya sufrido problemas con sus frenos u otros desperfectos.
El juez también cuestiona el funcionamiento del sistema ferroviario porque posibilita que la suerte de cientos de pasajeros se someta sólo al arbitrio de una persona, el motorman.
Cuestionó así que no exista algún otro tipo de control para evitar accidentes, dejando que la responsabilidad siempre recaiga sobre una persona.