“El tribunal de juicio partió de la base de que la palabra del acusador valía más que la palabra del acusado”, aseguró el abogado defensor Carlos Irisarri.
La defensa profundizó en las dudas que, a su criterio, dejó el testimonio de “Gabriel”, uno de los chicos que asistía a la Fundación Felices Los Niños y que denunció al sacerdote por abuso.
Grassi fue condenado en solo dos hechos de los 17 por los llegó a juicio oral -los que le imputó “Gabriel”-, mientras que fue absuelto por las denuncias de los otros dos menores.
La condena, dictada en 2009, fue a 15 años de cárcel, pero el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón entendió que el cura podía seguir en libertad hasta que el fallo quedara firme.
Pero el pasado lunes 23 de septiembre el Tribunal de Morón dispuso su arresto para garantizar el principio de igualdad con otras personas que enfrentan causas similares.