El punto de partida del estudio son los hechos ocurridos en el Parque Indoamericano en el 2010, y se extiende hasta la represión en el Hospital Borda, en abril del 2013.
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El punto de partida del estudio son los hechos ocurridos en el Parque Indoamericano en el 2010, y se extiende hasta la represión en el Hospital Borda, en abril del 2013.
“Una serie de episodios mostraron modos violentos de actuación de la Policía Metropolitana (PM) en diferentes conflictos en el espacio público, privilegiando la represión por sobre la gestión no violenta a través de instancias políticas de negociación y diálogo”, afirmó el informe.
En relación a la represión en el Parque Indoamericano el estudio detalla que “tanto la jueza, como los fiscales de la Ciudad, pidieron el desalojo sin haber establecido contacto con los ocupantes ni plantear la posibilidad de una mediación. El gobierno porteño tampoco entabló un diálogo que tendiera a buscar soluciones serias para el reclamo”.
“La Metropolitana realizó al menos 400 disparos de cartuchos Anti Tumulto (AT) calibre 12/70 y arrojó gases lacrimógenos desde el momento de su ingreso al predio y continuó disparando, aún después de su desalojo”.
En este operativo realizado el 7 de diciembre del 2010, participaron 200 efectivos de la policía Federal y 250 de la Metropolitana, de los cuales al menos 34 tenían escopetas y estaban protegidos con barita, casco, chaleco antibalas y escudo.
“Las víctimas letales recibieron los impactos en los límites y fuera del Parque Indoamericano, y ninguno de ellos había participado de la ocupación, ni de las puntuales agresiones con piedras a los efectivos de la Metropolitana”, aclara el trabajo.
En cuanto a la causa penal, describe que la Policía Metropolitana abrió un expediente administrativo para deslindar responsabilidades. Además, en febrero de 2012 fueron sobreseídos 37 policías que se encontraban acusados por su presunta responsabilidad en los homicidios sucedidos durante el intento de desalojo.
Otro fue el caso de la Autopista Illia, ocurrido en abril del 2012, cuando vecinos de la villa 31 que reclamaban subsidios y soluciones habitacionales fueron reprimidos con balas de goma.
“En el operativo montado para evitar el corte de la Autopista Illia y reprimir a los manifestantes que realizaron el piquete en la avenida Castillo participaron ocho efectivos que están imputados por la causa Indoamericano”, asegura el informe.
En cuanto al Parque Centenario, allí se “dispusieron patrulleros, cuatriciclos y autos sin identificación de la fuerza. Durante la represión de la primera noche fueron detenidas 21 personas y la noche siguiente otras tres. Algunos de los arrestos los realizaron agentes sin identificación ni uniforme”.
Durante la noche del 29 de enero la Metropolitana “reprimió de manera injustificada. Los efectivos dispararon carabinas de aire comprimido a muy corta distancia, lo que ocasionó heridas graves a manifestantes”.
Pese a esto “la Auditoria Externa de la Policía no encontró motivos para iniciar un expediente administrativo que investigara los hechos”, detalla el trabajo.
Más tarde, el 12 de marzo de 2013 se produjo el conflicto por la Sala Alberdi del Centro Cultural General San Martín, allí efectivos de la Metropolitana desalojaron el centro cultural.
Durante el procedimiento “la fuerza policial utilizó un camión hidrante, 107 efectivos con armas de fuego, 38 efectivos desarmados, y 12 efectivos de los cuales no consta la situación. De los efectivos armados, todos ellos llevaban pistolas reglamentarias 9mm, 7 llevaban además escopetas 12/70 y 3 llevaban marcadoras de pintura”.
En este desalojo hubo 12 heridos por golpes y tres heridos con balas de plomo.
Por último el CELS detalla el accionar de la Metropolitana durante los incidentes en el Hospital Borda, el 26 de abril de 2013. Allí la represión ocurrió cuando se ordenó la demolición de un taller ubicado el terreno del hospital.
“El resultado fueron numerosos heridos en una zona por la que circulan los pacientes del hospital”, del mismo modo el trabajo detalla que “los efectivos policiales reaccionaron disparando a mansalva, indiscriminadamente, a corta distancia y al cuerpo”.
También resalta que ”durante la represión, se registraron disparos de cartuchos de escopeta calibre 12/70 con munición AT y gases lacrimógenos”.
El informe además denuncia que la Policía Metropolitana no cuenta con un protocolo para el abordaje de situaciones de protesta y conflicto social.