“Tenía que comunicarles al entrenador y al presidente. Hice las cosas que tenía que hacer, me pareció normal presentarme y hablar con ellos”, arrancó diciendo Riquelme esta mañana bien temprano en Casa Amarilla, en el inicio de la pretemporada de Boca. Afuera lo recibió un numeroso grupo de cronistas que lo bombardearon a preguntas apenas el enganche se acercó, tranquilo, dejando la puerta de su auto abierta, a pocos metros.
Así, con la paciencia y el tono cansino que lo caracterizan, se sacó las ganas de dedicarles varias frases a quienes conducen diariamente los programas deportivos en radio y televisión, que incluso hasta anoche mismo vomitaban versiones sobre su posible retorno al club xeneize. El “alguien me dijo”, “dicen que”, “me comentaron que”, “desde el entorno de Román cuentan que”, y demás, no solamente cansaron a la gente y a gran parte de los hinchas de Boca, sino también al propio Riquelme. “Tengan un poco más de respeto”, pidió, luego de reflexionar que “durante dos semanas han hablado muchísimas cosas, han inventado, porque es el trabajo de ustedes, tienen que entretener a la gente”. “Ayer estaban parados en la puerta del club diciendo que yo tenía que presentarme a las 5 de la tarde y yo estaba en la pileta de mi casa”, agregó sonriendo.
“He tomado una decisión hace 6 meses y para mí es difícil cambiar las decisiones que tomo”, dijo quien en septiembre de 2006 anunció por TV que abandonaba la Selección Nacional porque se lo había pedido su madre y al año siguiente volvió mágicamente. Pero bien, al margen de su contradicción –como cualquier ser humano-, el ex jugador del Villarreal y Barcelona (y ahora Boca) reiteró que “lo he pensado hasta último momento porque hay un entrenador que yo aprecio bastante. Hoy me presenté para comunicar que yo no puedo cambiar la decisión que tomé, nada más”.
“Boca siempre va a ser mi club, pero yo tengo palabra”, dijo más de una vez, y hasta incluso bromeó, diciendo que “ahora voy a poder venir a la cancha”. “Ahora me voy a tomar mate a mi casa, a vivir la vida que llevo hace 5 meses, que la estoy pasando muy bien”, se despidió quien hasta este momento es el centro de la escena de este mercado de pases.
Otra lección (una más y van…) para los encargados de tejer estos entramados de historias repletas de declaraciones cruzadas incomprobables que nadie sabe quién dijo y que encima los propios protagonistas terminan negando. Miles de páginas, minutos al aire y kilos de papel plagados de ¿mentiras? para que todo se desmorone en un santiamén. Él se fue feliz. ¿Y ahora qué van a decir?