“Ya no tengo fuerzas. Hace meses venía madurando la idea y hoy confirmo lo que muchos trataron de explicarme pero no quería escuchar: la violencia en el fútbol argentino no tiene solución. No me arrepiento de nada, pero me saturé de este sistema nefasto que antepone los intereses personales, económicos y políticos por sobre los clubes y la vida humana. La perversidad del fútbol argentino es extrema”, dijo Nizzardo en Olé.
Así, para quienes ven de afuera esta problemática eterna de la violencia en el fútbol, esta noticia es un cachetazo que aleja las esperanzas de combatir “la mafia” de las “barras bravas, dirigentes y políticos”, tal como lo había denunciado Nizzardo en Letra P, en mayo del año pasado.
“SAF fue clave en la movida que terminó con la dictadura de Eduardo López en Newell’s y en la caída del todopoderoso ex jefe del Coprosede, Rubén Pérez. Además motorizó judicialmente las denuncias de la relación barra- clubes, puso a la AFA en el ojo de la tormenta y le dio visibilidad a una problemática que se escondía bajo la alfombra. Y sin medir riesgos: fue SAF la que llevó a la Justicia la relación entre los violentos de Independiente y la gestión Comparada, cuando éste último era indiscutido mandamás del Rojo”, destaca Olé.
“Acá hay mucha hipocresía: todos me felicitan pero a la hora de sumarse, se borran. Los directivos a los que ayudamos, cuando llegan a la presidencia deben acordar con la AFA y el Gobierno y hay un pacto tácito Grondona-Kristinista para alejarse de SAF. Los únicos que dan la pelea de verdad y que descubren el velo de la complicidad entre policías, directivos, barras y políticos, son los familiares de las víctimas”, manifiesta con bronca y resignación la renunciante. “El día que la presidenta hizo su discurso de homenaje a los delincuentes del fútbol, estaban todos aplaudiendo. Yo no hubiera vacilado un instante en retirarme, era un cachetazo y una falta de respeto intolerable, pero todos ellos se quedaron y aplaudieron”, agrega.
En ese sentido, critica también fundamentalmente el accionar de los dirigentes, quienes “dicen que hacen lo que hacen porque tienen que salvar a sus clubes y entonces necesitan negociar, que mi lucha es idealista y demasiado ambiciosa. Y tienen razón: con todo lo que pasa, sigo siendo la única persona que como directiva de un club (era vocal) llegó a juicio oral contra un barra de su propio club. Sigo creyendo en esta lucha y ojalá otros la continúen. Les deseo suerte. Pero yo, me cansé”.
“¿Vamos a quedarnos cruzados de brazos y esperar a que el Señor Grondona se muera para que cambie el sistema? No. Hay un Estado responsable. Nosotros cuando pedimos la intervención de la AFA, es que tiene que hacerse presente la Inspección General de Justicia, que es un organismo del Estado, y decir: señores, ustedes no pueden ni manejar ni organizar un campeonato de bolitas”, había dicho Nizzardo en diálogo con este medio, a mediados de 2012.
Esta es la carta completa que Mónica Nizzardo escribió en su blog, contando los detalles y los motivos de su adiós.