La Comisión de la Verdad será independiente y contará con todo el respaldo del gobierno para que “esclarezca lo que ocurrió” durante los llamados “años del plomo”.
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La Comisión de la Verdad será independiente y contará con todo el respaldo del gobierno para que “esclarezca lo que ocurrió” durante los llamados “años del plomo”.
La Comisión tendrá un plazo de dos años para investigar crímenes contra los derechos humanos ocurridos entre 1946 y 1988, aunque se centrará en el último régimen militar. Rousseff agregó que la misión de la comisión será restablecer la verdad sin violar la Ley de Amnistía de 1979, que impide llevar ante la Justicia a los acusados de crímenes como tortura, secuestro, desaparición o asesinato durante la dictadura.
Los siete integrantes de la Comisión se reunieron por primera vez el miércoles, y podrán identificar a los responsables de las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura pero no podrán sentarlos en el banquillo.
Rousseff aseguró que sólo la recuperación de la verdad, sin revanchismo, permitirá la pacificación y la reconciliación nacional. “Brasil merece la verdad, las nuevas generaciones merecen la verdad y especialmente merecen la verdad quienes perdieron amigos y parientes y que continúan sufriendo como si ellos muriesen de nuevo cada día”, afirmó.
Sin citar la Ley de Amnistía de 1979 y tras recordar que Brasil recuperó la democracia gracias a diferentes acuerdos políticos, Rousseff aseguró que tanto su gobierno como la comisión respetarán esos “pactos”.
La jefa de Estado aprovechó la ceremonia para firmar el decreto que reglamenta la Ley de Acceso a la Información, que entró en vigor ayer y obliga a toda institución pública a ofrecer las informaciones solicitadas por cualquier ciudadano.
La presidenta explicó que la ley impedirá que las informaciones relativas a violaciones de los derechos humanos puedan volver a ser declaradas reservadas o secretas.
“Las dos iniciativas son fruto del largo proceso de construcción de la democracia de tres décadas en el que participaron siete presidentes de la República”, dijo.
En ese sentido manifestó su complacencia por estar acompañada por todos sus antecesores en el cargo desde el regreso de la democracia en 1985, con excepción del fallecido Itamar Franco (1992-1994). Rousseff llegó a la ceremonia junto a los ex presidentes José Sarney (1985-1990), Fernando Collor (1990-1992), Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) y Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Recordó que la comisión ayer instalada fue creada en el gobierno de Lula y tuvo como precedente la decisión de Cardoso de reconocer la responsabilidad del Estado en violaciones a los derechos humanos durante la dictadura y la de Collor de hacer públicos miles de documentos militares.
El ex ministro de Justicia José Carlos Dias, que pronunció un discurso en la ceremonia, aseguró que Brasil hará lo que ya hicieron comisiones semejantes en unos 40 países, entre ellos Argentina, Chile, El Salvador, Guatemala y Sudáfrica, pero con un enfoque propio.