Los problemas comenzaron cuando un grupo de manifestantes ingresó al edificio, tras romper las rejas de calle 8 y en respuesta, La Cámpora comenzó a empujar a los ruralistas para expulsarlos de las instalaciones.
Frente a esta situación, Pérez manifestó que “el Gobierno de la Provincia se solidariza con los trabajadores que sufrieron esta actitud violenta de quienes no aceptan debates en paz” y brinda su “entero respaldo a todos los legisladores, sin importar su procedencia política e ideológica, para que puedan expresar sus ideas y desarrollar su labor parlamentaria sin condicionamientos de ningún tipo”.