El jefe de gobierno porteño presentó la nueva constitución de la mesa nacional del PRO, con Schiavoni como presidente, secundado por Gabriela Michetti (vicepresidenta primera), Federico Pinedo (vicepresidente segundo), Marcos Peña (secretario político); Néstor Grindetti (tesorero) y Pablo Walter (secretario general).
Con este marco, el líder del PRO, viajará a La Plata para entrevistarse con sus legisladores y así hacer su desembarco en tierras de Daniel Scioli, potencial adversario en la carrera con miras al 2015.
El dato significativo del encuentro, que se viene posponiendo pero que finalmente se concretará mañana, cuando el ex presidente de Boca sea recibido por 2 dirigentes históricos del peronismo y con peso propio, que actualmente se encuentran alejados del modelo Kirchnerista.
De esta manera Macri se verá la cara en la Legislatura bonaerense, con Marcelo Di Pascuale, titular del bloque de diputados del PRO-Peronismo y con Alfredo “Tati” Meckievi su par en la Cámara alta. De llegar las conversaciones a buen puerto el jefe de gobierno porteño tendría oficialmente bajo su espectro a los legisladores que componen las bancadas que Di pascuale y Meckievi comandan. Es decir doce Diputados y media docena de Senadores, numero para nada despreciable.
“Mesa de notables”
Si bien quedó públicamente oficializado que Emilio Monzó será el encargo de dirigir el accionar político del PRO junto a Humberto Schiavoni hay trascendidos que indican que detrás de la figura de Monzó, se está configurando una “mesa de notables” encabezada por Carlos Grosso, Horacio Rodríguez Larreta y Marcos Peña.
Grosso, histórico dirigente justicialista, fue intendente de la ciudad de Buenos Aires designado por el entonces presidente, Carlos Menem en el año 1989. Su nombre separa aguas dentro del Partido de Macri, por un lado están aquellos que cuestionan su inclusión por considerar que su imagen está fuertemente ligada a la cultura “Shopping” propia de los 90. En otra vereda se encuentran los que ven con buenos ojos su influencia dentro del PRO, porque saben de su capacidad estratégica para aportarle condimento y contención político al armado del partido.
La de Grosso no es la única controversia que por estas horas vive el espacio. El macrismo “sangre amarilla” busca mantener el control del partido en manos de la línea fundadora y no está muy conforme en dejar las decisiones más importantes en manos de Emilio Monzó al que ven como un “recién llegado”.
Mientras se resuelven estas diferencias puertas adentro, algunos miembros del partido dejan ver públicamente su intención de comenzar a hacer “pie” en territorio bonaerense. El apoderado del PRO en la provincia de Buenos Aires, Julio Garro ya tendría definida su candidatura a intendente de La Plata, aunque prematura, la eventual postulación del diputado abriría el camino para asentar el partido en la capital provincial.
Otra que comenzó a caminar el territorio fue la Diputada Nacional Gladis González que con la excusa de impulsar medidas contra la violencia de género, en calidad de titular del “Grupo de Mujeres PRO” encabezó esta semana en Avellaneda un encuentro de mujeres macristas acompañada por el concejal Daniel García.
En esa oportunidad, González recalcó que “le cae bien” Gabriela Michetti y ratificó “buenas relaciones con el peronismo disidente, el radicalismo y el denarvaísmo”.