“Vamos a tomar las decisiones acordes a las necesidades de tener en condiciones la Autopista”, sostuvo el gobernador Daniel Scioli y sostuvo que serán “muy exigentes y muy rigurosos con la concesionaria porque esto no da para más””.
El mandatario provincial añadió que “la Autopista tiene que estar en condiciones de seguridad vial” y dejó abierta la posibilidad de que si no se avanza en un acuerdo con Coviares para la realización de las obras reclamadas, la administración bonaerense podría iniciar el proceso de rescisión del contrato con la empresa que vence en 2017.
A partir de un convenio de transferencia que suscribió con la Nación y fue ratificado por la Legislatura, el gobierno bonaerense se hizo cargo de la Autopista La Plata-Buenos Aires.
La falta de inversión por parte de la concesionaria y el estado y seguridad de la autovía, provocó que concejales y legisladores provinciales iniciaran una medida judicial en el juzgado federal de Quilmes que culminó con el dictado de una medida cautelar que frenó durante meses un aumento del valor del peaje que había autorizado el ministerio de Planificación Federal de la Nación.
Sin embargo, la Cámara Federal platense revocó esa decisión tomada por el juez Luis Armella y autorizó la suba, en sintonía con la votación en la Legislatura de la avalando la transferencia.
La Provincia iniciará en los próximos días una negociación con Coviares para el cumplimiento de un programa de obras, cuyo aspecto principal incluye el tercer carril entre Hudson y Quilmes, además de las bajadas en el sector correspondiente a Villa Elisa y City Bell en La Plata.