El fiscal Javier Ochoaizpuro dijo que Cuello “supo discernir entre el bien y el mal” y tuvo “la capacidad de comprensión de la conducta que estaba llevando a cabo”. A eso se le suman los testimonios del caso –fundamentalmente el del primo de 8 años de Tomás, que declaró haber visto al condenado dar vueltas sospechosamente por el colegio, además de contar el miedo que la víctima le tenía a su padrastro-. Además, el abogado querellante Carlos Torrens que representa a la mamá del chiquito –Susana Santillán-, adhirió a la pena solicitada por el fiscal.
Por su parte, el abogado defensor de Adalberto Cuello –Gerardo Doyle- intentó que su cliente fuese absuelto por falta de pruebas o en su defecto, condenado por “homicidio simple”, explicando que no se probaron los agravantes de ensañamiento y alevosía.
“Voy a esperar el veredicto junto con Susana y su familia. Todo el Gobierno estuvo preocupado por este caso. Fue una víctima inocente que nos conmovió a todos”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad Ricardo Casal minutos antes de la lectura de la sentencia, presente en los tribunales de Junín.
Cuello fue acusado de haberse llevado de la escuela a Tomás, de 9 años, a quien responsabilizaba por la ruptura de su pareja. Después de ese momento, el chiquito estuvo desparecido dos días hasta que su cadáver fue hallado en las afueras de la ciudad, con signos de haber sido golpeado con una pala en la cabeza y en varias zonas de su cuerpo. Luego se conocieron unas fotos que Cuello había subido de él y su bebé a su cuenta personal de Facebook minutos después del secuestro y posterior crimen, presuntamente con la intención de dar una coartada.
Hoy, la Justicia lo encontró culpable del macabro asesinato.
Foto: Infobae.