Brasil “está en una situación económica muy favorable debido a políticas macroeconómicas y políticas monetarias sólidas”, dijo Lagarde en rueda de prensa.
Para esto, una de las medidas adoptadas por el jefe del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, fue bajar las tasas de interés un 50% el pasado miércoles con la intención de frenar la inflación. A su vez, desde el gobierno se alienta el comercio interno. Otras decisiones financieras fueron la supresión de un impuestos a las pastas, harinas y pan; la reducción del impuesto industrial sobre electrodomésticos; se devolvió el impuesto del 3% para exportadores de bienes industriales, entre otras.
Es importante recordar que el país bananero adoptó medidas similares en 2008, al centrar los esfuerzos en reactivar el comercio interno, y logró recuperarse de la recesión al año siguiente y alcanzar una expansión del 7,5% en el 2010, que marcó el récord del país en 24 años.