“Se consideraba imposible conseguir déficit cero en el año y lo logramos”, celebró el hombre al que este miércoles el país le conoció la voz. No esperaba que los bloques que necesita para sancionar leyes fueran los primeros en relativizar sus dichos.
Posse arribó al Senado junto a 50 colaboradores, en su mayoría empleados que responden a diferentes ministerio y se especializan en seguir la información parlamentaria, conocidos como enlaces.
El jefe de Gabinete dió un discurso introductorio de 50 minutos sin leer, ayudado por apuntes preparados por su equipo, aunque con un tono monocorde que no hacía fácil escucharlo desde el recinto. Por su estilo, sin levantar la voz, al que le suma un perfil bajo inédito para el cargo, no protagonizó cruces fuertes. En el recinto lo acompañó su segundo, José Rolandi, y la asesora María Luz Gonzalez Carman.
La lista de demandas de la oposición no peronista la inició el senador santacruceño José Carambia, uno de los votos que busca el oficialismo para aprobar la ley ómnibus. Reclamó por la presión al personal en las sedes de su provincia del Correo Argentino, una de las empresas que el Gobierno pide privatizar.
“Se le está pidiendo un retiro voluntario a los empleados”, se excusó Posse y pidió denunciar cualquier caso de apriete.
Las obras públicas paralizadas concentraron los reclamos de la oposición dialoguista. También formaron parte de los alegatos de Unión por la Patria (UP), aunque en este caso puede no ser visto como un llamado de atención para el Gobierno. La chubutense Edith Terenzi (Cambia Federal) reclamó por la deuda con su provincia por fondos fiduciarios y Posse recordó que son temas judicializados.
La rionegrina Mónica Silva criticó la eliminación del incentivo docente, que financiaba parte de los salarios de la planta laboral. “Es un aporte que fue creado en 1998 por cinco años. El plazo ha caducado. La transferencia de la educación a las provincias se hizo hace 30 años”, respondió Posse.
Silva, clave en la construcción del cuórum del Senado, reprochó las obras paralizadas en la ruta 22. Posse no le dió tranquilidad: explicó que hay proyectos que se van a rescindir y otros se transferirán a provincias o municipios.
La senadora rionegrina hizo otro reclamo repetido en la sesión: la retención de partidas de un crédito del BID, destinado a obras públicas. “La liberalización de estos fondos no ha sido solicitada. Entendemos que este proceso está sujeto a certificados y disponibilidad presupuestaria”, se escabulló el jefe de Gabinete.
Alfredo De Ángeli, del PRO, se quejó por la falta de mantenimiento de la represa de Salto Grande y las carreteras de Entre Ríos. “Buena parte del sistema de rutas y concesiones no podían pagar su mantenimiento”, se justificó Posse.
El PRO y la UCR
La senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri, uno de los votos que faltan para dictaminar la ley ómnibus y la reforma fiscal, hizo un fuerte reclamo por el ajuste en zonas sensibles, como sucedió con la reducción de partidas educativas, la entrega de medicamentos oncológicos y el desmantelamiento del plan de embarazo adolescente. “Gobernar no es sólo tener superávit, sino tener una gestión eficiente”, cuestionó la exfuncionaria del Gobierno de la Ciudad.
Posse se defendió. “Esta administración no va a dejar de entregar medicamentos, pero es otra área en la que encontramos un nivel de desorden increíble”, fue su respuesta.
Sobre el plan del embarazo adolescente, el jefe de Gabinete dijo que hay un consejo consultivo armado para “entender la problemática y mejorar su implementación”. Tagliaferri no pudo evitar su cara de desagrado. Le reprochó que hay más de 1800 funcionarios de la anterior gestión que siguen en sus puestos.
La senadora tampoco se mostró conforme sobre el uso de remanente de los vouchers educativos para financiar colegios privados, que no fueron agotados. El funcionario sostuvo que está previsto ampliar la cantidad y no el monto.
La UCR, clave para que el Gobierno tenga leyes, se sumó a los pedidos para reactivar obras públicas y exigió respuestas rápidas. “Necesitamos fechas ciertas de regreso”, pidió la mendocina Mariana Juri.
Reclamos similares hicieron por la UCR Carolina Losada (Santa Fe), Víctor Zimmerman (Chaco) y Sergio Fama (Catamarca), quien apuntó que menos del 40% de las rutas nacionales están en condiciones y sin mantenimiento los accidentes podrían multiplicarse.
Posse se defendió. “Se analizó la optimización de las obras y contratos vigentes, identificamos urgencias y seguridad. Además, había muchas obras con concesión que se vencían el 31 de diciembre”, se excusó. Claramente, la idea no fue renovarlos.
El fueguino Pablo Blanco pidió además sostener los regímenes especiales, como el de Tierra del Fuego. "Es una decisión del Congreso", se desentendió el jefe de Gabinete.
RIGI e inflación
Además de los reproches por obra paralizadas y transferencias pisadas, en el intercambio de Posse con UP hubo pronósticos económicos y debates sobre el Registro de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), el capítulo más polémico de la ley ómnibus.
"El RIGI favorece una cantidad de inversiones mineras que también están frenadas. Cuando hablamos de inversiones argentinas, hablamos de industria nacional y economías regionales", planteó Posse.
Quizá el único momento parecido a una tensión, fue cuando Oscar Parrilli preguntó por la viabilidad del planta de licuefacción de gas que proyecta YPF con la malaya Petronas. "Sin RIGI no hay planta de gas", planteó Posse, levantando la vista de sus apuntes.
Ante una pregunta de Anabel Fernández Sagasti, Posse pronostico una inflación de139,7% interanual y una caída de 3.5%. Aseguró que no habrá devaluaciones bruscas este año y el dólar llegará a 1016 a fin de año.