‘Me encantás, pero ahora no me puedo divorciar. Dame tiempo y lo voy a hacer‘. Como si fuese un romance, Javier Milei le prometió al campo que eliminará las retenciones, pero le pidió paciencia. Para contener el nerviosismo, le regaló piropos al sector en La Rural. La dirigencia del agro le hizo planteos y terminó diciéndole que sí.
El Presidente y el motor de la economía mantienen un buen vínculo desde hace tiempo. El libertario supo conquistar al sector desde la campaña presidencial. No obstante, el campo le reclama velocidad al cumplimiento de dos compromisos clave: terminar con cepo y volar las retenciones a las exportaciones agropecuarias.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, dejó en claro en su discurso que Milei tiene el “voto de confianza sin protestas”, aunque tuvo que exponerlo, casi por obligación dirigencial. “Señor Presidente, necesitamos la certeza de que usted eliminará las retenciones”, le dijo arriba del escenario. La transmisión oficial mostró que Milei sonrió, movió la cabeza con aceptación, le estrechó la mano y le dijo algo inentendible. “Confiamos en su palabra”, lo apuró.
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El Presidente no tiene ninguna intención de pelearse con el sector y se paró en el atril con una estrategia básica: apeló a contrastar con el kirchnerismo, con el "populismo" y con los "políticos prebendarios", y a endulzarlos con historicismo para luego sí pedirles tiempo. No se encerró en explicaciones económicas.
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Nicolás Pino, titular de la SRA, en el momento en que le reclamó a Javier Milei compromiso para eliminar las retenciones (Foto: Letra P)
La táctica tuvo un viaje en el túnel del tiempo al “país de la generación del 80, de sus tatarabuelos”, quienes fueron los “héroes” por forjar el desarrollo del país y por generar que tenga “el PBI más alto del mundo”. Fue al ADN donde es todo ganancia.
Leyó que el antipopulismo estaba presente en esa tribuna y tocó una melodía irresistible: el kirchnerismo de la época de la 125. “La política los castigó con impuesto para financiar sus aventuras dirigistas. Hubo un proceso de difamación al sector agrario. Se habló de ‘pestes del agro, llamándolos desde oligarcas a cipayos’”, les recordó para empatizar.
Lo que pretendía Milei lo resumió en una frase: “Por primera vez en 100 años tenemos un gobierno que quiere el mismo país que ustedes. Vayamos de la mano”.
Qué, no cuándo
Milei se cuidó de cumplir aquel consejo político: “Si decís qué, no digas cuándo”. Su problema es que el ‘qué’ es lo que más esperan los productores de campo y se impacientan. “Prefiero una verdad dura a una mentira confortable, no vine a mentirles”, dijo para esquivar dar fechas de la baja de retenciones y la salida del cepo.
Según el libertario, quitar los parches sin solucionar el problema de fondo es agravar la crisis. Por eso aclaró que “el programa económico tiene tiempos y condiciones, hace falta mirar la película y no la foto”. Esperaba aplausos y no llegaron. Silencio. El resto de la jornada fue puro jolgorio a su figura.
“Nadie tiene tantas ganas como nosotros de salir de este modelo desastroso que entre retenciones y cepo le expropia el 70% de lo que produce”, aclaró y corrigió: “Nadie tiene tantas ganas como yo”. Es decir, mantiene la promesa. Les habló con el corazón, pero les contestó con el bolsillo.
Javier Milei y Victoria Villarruel en La Rural
Javier Milei y Victoria Villarruel en La Rural
La respuesta del campo
El romance se mantendrá porque hay convencimiento del camino a desandar. Dependerá, claro está, del cumplimiento de la promesa porque los mimos no sirven para siempre. Todavía tiene el cartucho sin gastar de un respaldo por el simple hecho de que no vuelva el populismo.
La dirigencia rural vive cierta tensión interna en cuanto a su relación con el Presidente. Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) salió con los tapones de punta en la previa. “Los tiempos del campo no son los tiempos del Gobierno”, tituló un comunicado para apurar por la eliminación de las retenciones.
Pino salió a contener como anfitrión y como estrategia de posicionamiento cercana al Presidente. “Hablamos de una postura esperanzada pero realista, podríamos quedarnos en la queja y el reclamo, existirían motivos suficientes. En cambio, apelamos a la paciencia del hombre y la mujer del campo, porque creemos útil darle al gobierno un espacio de confianza como se lo dio la ciudadanía en 2023”.
Aunque el campo no lo digan, esa paciencia tiene un limite y será la próxima campaña de soja. El cepo es lo más urgente, reclamo que expone una de las mayores complicaciones del Gobierno: lo cambiario. El Presidente arrojó una estimación: recién cuando acabe la inflación. Es decir, sueña meter dos éxitos al mismo tiempo. Es toda una novedad lo que dijo al pasar. Y allí radica la insistencia de Milei: denme cuerda que va a salir todo junto. El riesgo es que no salga nada.