Una vez más, Edgardo Kueider vuelve a jugar el juego de la indefinición en la previa del tratamiento de la ley ómnibus en el Senado. El legislador de Entre Ríos no tributa a ningún gobernador y avisa que quiere tiempo para revisar el proyecto. El PJ provincialle advirtió: “ningún peronista debería votar esta ley”.
Sin jefatura provincial a la que responder, Kueider se refugió en el Senado en las huestes de Unidad Federal, bloque que conformó con sus pares de Corrientes Carlos Espínola y Córdoba, Alejandra Vigo. Como presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, tiene en su haber la negociación de ese lugar con la presidenta del cuerpo, la vicepresidenta Victoria Villaruel. Se mueve de manera autónoma e impone sus condiciones, moviéndose entre casilleros con dados propios. Kueider entendió que en el juego legislativo es siempre mejor llevarse bien con la Oca y llegar hasta el final, con premios y castigos.
Bajo el ala política del exgobernador Gustavo Bordet, Kueider llegó al Senado de la mano del Frente de Todos, pero rápidamente comenzó a jugar un juego propio que hasta lo alejó del entonces presidente Alberto Fernández. A horas del tratamiento en el Senado de la ley ómnibus, adelantó que quiere tiempo para estudiar el proyecto y que no se comportará como “la escribanía de Diputados”. “Somos cámara revisora”, recordó. Kueider es uno de los diez indecisos que aún no anticipó claramente su postura.
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El diputado nacional Gustavo Bordet y el senador nacional Edgardo Kueider, durante una reunión en abril de este año. Bordet fue el impulsor político de Kueider y votó en contra de la Ley Bases en Diputados.
Un mandato con vencimiento 2025
Desde sus inicios en política, Kueider estuvo íntimamente ligado al devenir político de Bordet. Fue concejal, luego funcionario cuando Bordet fue intendente en Concordia y luego secretario general de la Gobernación durante la gestión en la provincia. En 2019 asumió como senador y finaliza su mandato en 2025. Ese casillero por completar es un lugar codiciado por el peronismo local que sin dudas solo puede ganarse con el visto bueno de Bordet.
"Los senadores tenemos derecho a discutir todas las modificaciones que queramos", declaró Kueider, y aseguró que su bloque aún no ha definido si votará a favor de la Ley Bases. "Los tiempos que se ha dispuesto el Gobierno vinculados al 25 de mayo no son mis tiempos", afirmó.
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La advertencia del peronismo de Entre Ríos
A diferencia de sus coterráneos de Unión por la Patria en Diputados, quienes votaron todos en contra, Kueider no se manifestó en contra de la Ley Bases, sino que deslizó algunos cuestionamientos que no fueron contundentes ni a favor ni en contra. En contraposición, quien fuera su jefe político, el diputado Bordet, no solo votó en contra sino que fue uno de los declarantes más duros contra la ley.
Ante esa dualidad, el Partido Justicialista de Entre Ríos salió a marcar posicionamiento público y sostuvo que “es una obligación para el peronismo situarse en las antípodas de ese proyecto, no sólo para resistir, si no y principalmente, para volver a construir una alternativa humanista y solidaria, que nos lleve nuevamente al camino del crecimiento con trabajo e inclusión social”. Algunos dudaban de si el dardo era para Kueider porque dudaban a su vez de su identidad peronista.
“De resultar victorioso este nuevo intento en avanzar con una ley que ya fue rechazada en Diputados, el principal afectado será el pueblo trabajador”, aseguraron desde el partido mediante un documento en el que señalaron que “quienes acompañen su aprobación, tanto legisladores y legisladoras, como gobernadores, serán cómplices de las nefastas consecuencias que acarreará para nuestra sociedad”.