Entre Ríos llega a la definición de la futura gobernación con un inusual escenario de paridad. O, al menos, con la mayoría de encuestadores y analistas políticos extremando la cautela y proyectando un resultado ajustado entre Adán Bahl y Rogelio Frigerio. Las últimas palabras del mandatario provincial Gustavo Bordet, sobre el filo de la veda, corroboran esta hipótesis: “Vamos a contar cada voto. Cuando se cuenta el último voto, ahí sí se cierra la campaña”, dijo antes de anticipar un "domingo largo".
Los únicos tres candidatos que quedaron en carrera tras las PASO del 13 de agosto son Rogelio Frigerio por Juntos por Entre Ríos (JxER), la versión local de Juntos por el Cambio (JxC); el oficialista Adán Bahl, por el frente peronista Más para Entre Ríos (MpER); y Sebastián Etchevehere por La Libertad Avanza (LLA).
El peronismo pone en juego su permanencia en el poder tras veinte años. Tema que significó un leitmotiv opositor recitado desde cada palco y repetido en todas las entrevistas: “Venimos a terminar con veinte años de peronismo”.
De todos modos, aunque se trate de un punto reiterado hasta el cansancio por la campaña opositora, es un elemento real. Los veinte años en el gobierno provincial existen, amén de los cambios de nombres propios y de las elecciones periódicas que lo ratificaron. El Partido Justicialista (PJ) está a cargo de la administración desde 2003 a la fecha.
En este tiempo se acumularon capas de funcionarios y dirigentes en la administración pública que forman un cierto statu quo. La contención que da el Estado es un elemento para cada dirigente en particular, pero lo es también para la forma en que se acostumbran a hacer política. Aunque no sea “con el Estado”, como denuncia la oposición, se hace “desde el Estado”.
La visibilidad, la posibilidad de poner la cara en las inauguraciones, la seguridad de que si se pierde una senaduría habrá contención en alguna repartición. Esa dinámica de uso del poder es lo que también se le cuestiona a Más para Entre Rios. “En parte ese miedo nos hizo mover”, reconoció a Letra P un dirigente peronista del centro de la provincia.
Bordet pone en juego su nombre. Primero, porque encabeza la lista para Diputados de la Nación. Segundo, porque se la jugó con la unificación de las elecciones y eligió el nombre para que lo suceda. “Va a hacer todo lo posible para ganar. Y todas las decisiones que tome van a apuntar a eso”, había dicho cuando todavía se especulaba respecto de las fechas y de los nombres un funcionario que lo frecuenta.
Si su legado como gobernador será el de una gestión sin estridencias pero con una provincia ordenada, su prestigio como dirigente peronista se lo juega entre colocarle la banda a otro peronista o a un opositor, al que para colmo sindican como “turista” o “porteño”.
Por su parte, Bahl apuesta todo a su gestión como intendente de Paraná, que se reconoce como ordenada y superadora de la precedente, para llegar a la provincia. En la campaña vendió "el modelo Paraná", como una modalidad de gestión aplicable a toda la geografía provincial. En segundo lugar se juega a hacer valer su peso en la capital y lograr una diferencia que le permita al oficialismo seguir al mando de Entre Ríos.
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Rogelio Frigerio, candidato a gobernador de Juntos por Entre Ríos, en una recorrida por el interior de la provincia.
Frigerio juega también su prestigio y, aunque nadie muere en la víspera, su futuro político. Fue ministro de Interior de Mauricio Macri y bajó a la provincia para ser candidato. La ciudadanía lo votó en 2021 como diputado nacional en su primera experiencia provincial en las urnas y este año pudo revalidar en las PASO. Ahora, por el Sillón de Urquiza, es el turno de la verdad. Juntos viene de una saga de victorias en las provincias, lo que lo pone en la obligación de no ser menos. Pudo estructurar, en este tiempo, una opción sólida de gobierno. Trabajando con la UCR y, sin abundar en nombres, dar la idea de gobernabilidad y de que tiene con qué. Idea que el opositor que más cerca de lograrlo estuvo, el chacarero Alfredo D'Angeli, nunca terminó de redondear.
Los libertarios, por último, al ser un espacio nuevo no tienen nada que perder. Cosecharán, sin duda, diputados provinciales y algunos concejales. Sí tienen la responsabilidad de no quedar tan atrás de la cosecha de votos que logre Javier Milei. El tiempo dirá, pero la posibilidad de estructurar una fuerza política estable y perdurable con quienes hoy integran LLA en la provincia no parece posible por la improvisación y la ausencia de criterio en materia política.
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Etchevehere, candidato de La Libertad Avanza, con Milei en una recorrida por Paraná.
Mientras esta última fuerza apuesta todo a la figura del líder minarquista, JxER y MpER juegan sus propias cartas. Encuestadores apuntan una caída de la acciones de Patricia Bullrich y hablan de un relativo buen posicionamiento de Sergio Massa. Es en este contexto donde se tejió una trama de especulaciones sobre el corte de boleta, que no es significativo estadísticamente, pero adquirió notoriedad por sobres que se repartieron con boletas de Milei y de candidatos locales de JxER. Esto significó repercusiones y acusaciones cruzadas, aunque la mayoría de los ojos se posaron en Juntos.