Pese a estar en la lista negra de Karina Milei y en medio de cuestionamientos internos por una supuesta lentitud a la hora de gestionar; el jefe de Gabinete, Nicolás Posse logró reforzar sus atribuciones y poder de intervención sobre las empresas estatales, entes reguladores y organismos públicos que están bajo la órbita de los ministerios.
A contramano de los rumores que ponen en duda su futuro en la administración libertaria, y que se potenciaron en las últimas horas por su faltazo al show de Javier Milei en Luna Park; Posse acaba de convalidar un nuevo esquema de control que le permite tener la última palabra en la designación de autoridades y directores y un amplio poder de monitoreo y veto sobre los movimientos económicos y planes de inversiones de las compañías y entes estatales.
La movida de la Jefatura de Gabinete se concretó por medio de la resolución 1/24 de la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado, a cargo de Mauricio González Botto. Nacido en Uruguay, el antiguo ejecutivo del Banco Itaú integró también el equipo de asesores de Corporación América, el grupo económico que controla Eduardo Eurnekian, ex empleador de Milei.
El rol clave de un colaborador de Nicolás Posse
A través de esa norma, González Botto completó la reglamentación del decreto 19/24, de principios de enero, mediante el cual se disponen nuevas las tareas de supervisión para la Jefatura de Gabinete respecto a las “empresas y sociedades actuantes en la órbita de los ministerios y secretarías que conforman la administración pública nacional”.
La letra chica de la resolución determinó que quedaron bajo el alcance de los controles y vigilancia de la Jefatura de Gabinete “todas aquellas empresas y sociedades del Estado, las SA con participación estatal mayoritaria y las sociedades de economía mixta”. También, se subraya, “todas aquellas otras organizaciones empresariales donde el Estado Nacional tenga participación mayoritaria en el capital o en la formación de las decisiones societarias o que requieran fondos estatales para su funcionamiento, revistan o no una forma jurídica societaria constituida”.
La lista de empresas estatales bajo su control
La lista de las empresas y sociedades estatales que quedaron sujeta al seguimiento de la jefatura a cargo de Posse abarca a Aerolíneas Argentina, Correo Argentino, ARSAT, Ferrocarriles Argentinos (FASE), la operadora ferroviaria SOFSE, la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Decahf, Belgrano Cargas, Playas Ferroviarias, AGP, EANA, Intercargo, AySA, ERAS, Acumar, Corredores Viales y el Instituto Argentino del Transporte.
También estarán bajo su control la Unidad Ejecutora del Soterramiento Línea Sarmiento, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica, la Junta de Seguridad en el Transporte, el Ecovina, la ANAC, la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el ORSNA, Vialidad Nacional, el Enohsa, el ORSEP, el Instituto Nacional del Agua (INA), Enarsa, Cammesa, el Ente Regulador Eléctrico (ENRE) y el Enargas.
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Mauricio González Botto (primero a la izq.), colaborador clave de Nicolás Posse.
Las únicas sociedades que quedan excluidas son “las que se encuentren comprendidas en el régimen de oferta pública de acciones, o coticen y/o negocien acciones en bolsas y mercados nacionales y/o internacionales”, tal el caso de la petrolera YPF, cuyo paquete accionario mayoritario está en manos del Estado.
Nuevas reglas para las designaciones
De acuerdo con las nuevas reglas, todas las designaciones de presidentes, directores o interventores de sociedades y entes estatales “deberán contar con la previa y expresa intervención” de la Secretaría a cargo González Botto. Para eso “las jurisdicciones en cuya órbita se encuentren las empresas y sociedades estatales deberán remitir –con una anticipación previa y mínima de 10 días- la fundamentación de la designación propiciada, a la que se deberá acompañar el Currículum Vitae del candidato y la información que resulte pertinente para acreditar su idoneidad”.
Si el candidato propuesto no convence y no logra pasar el filtro de la Jefatura de Gabinete, la Secretaría bajo el mando de Posse tendrá poder de veto y procederá a nombrar a otra persona para el cargo.
Esa atribución también regirá en forma retroactiva. Todos los ministerios y secretarías que ya hayan designados directores o interventores que se encuentren en funciones, tendrán que presentar las documentaciones requeridas. En caso de que el área de González Botto no los ratifique dentro de un plazo de 20 días, esos nombramientos quedarán sin efecto.
El mecanismo legal vigente establece que la Jefatura de Gabinete deberá intervenir previamente en todos los casos de “aprobación o modificación de los presupuestos anuales de gastos e inversiones, desarrollo de planes estratégicos y requerimientos de transferencias de recursos del Tesoro Nacional”.
A su vez, las empresas, entes y sociedades estatales también deberán solicitar permiso a quienes colaboran con Posee antes de llevar adelante “compras, contrataciones y licitaciones que excedan la administración ordinaria y habitual de sus giros comerciales”. Para obtener el visto bueno, tendrán que presentar un informe que justifique la necesidad de esas adquisiciones, junto con una descripción técnica y las fuentes de financiamiento previstas para cada iniciativa.