EFECTO PASO

Las brechas de Sergio Massa

El BCRA devaluó fuerte. Efectos en el bolsillo y en las urnas. Aval del Fondo y la encrucijada de Massa. Tombolini degradado. Otra vuelta de inflación.

"De niño les sacábamos seis Champions al Barça. Llegó Cruyff, inventaron el fútbol, llego el dios Messi y la mejor generación que jamás ha visto el fútbol, junto al mejor entrenador de la historia, Guardiola, que además es filósofo, jugando maravilloso. Pues ahora les sacamos nueve", posteó el año pasado un usuario madridista para mofarse del clásico rival. Aquí, el dólar blue, que saltó más del 13% hasta 685 pesos, se mofa de nosotros. "El viernes le sacaba una brecha del 100% al dólar oficial. Vinieron Sergio Massa, Miguel Pesce, cranearon con los genios del Fondo Monetario Internacional ( FMI) una estrategia para achicarla, devaluaron 22%, se pusieron a pensar cómo atajar la inflación que eso les va a costar en plena campaña. Pues ahora la brecha es del 95%", diría si tuviera boca.

El baile verde, claro, sigue desde la rueda de este martes… ¿Tendrá más recorrido el tipo de cambio paralelo en el contexto de una incertidumbre extrema de cara a la primera vuelta del 22 de octubre y de un juego de tres en el que Javier Milei y Patricia Bullrich prometen, respectivamente, dolarización o ese eufemismo dado en llamar "libre elección de monedas", verdaderas promesas de megadevaluación?

Bastante más que 22

En rigor, la letra chica indica que el salto discreto del tipo de cambio oficial decidido este lunes por la autoridad monetaria es bastante mayor que el 22,4% que apareció en las pantallas, de por sí el mayor aumento diario desde las PASO de 2019.

Desde que se selló el acuerdo técnico con el FMI, el Banco Central aceleró la pauta de minidevaluaciones periódicas que lleva a cabo, política conocida como crawling peg. En efecto, si se sumara ese efecto a lo decidido ayer, la devaluación del peso oficial ascendería casi al 28%, lo que totalizaría 100% en el año, guarismo que duplica la inflación acumulada hasta junio.

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Fuente: Rava Bursátil.

Fuente: Rava Bursátil.

La pregunta es: ¿por qué?

Un pasito para el frente, un pasito para atrás

En concreto, el Banco Central decidió abandonar el crawling peg y reemplazar las minidepreciaciones previstas para el próximo bimestre por un salto único,con el objetivo de fijar después el tipo de cambio oficial mayorista en alrededor de 350 pesos hasta el 22-O. Se anticipó, digamos, a un par de meses de la inflación por venir. Tal vez el punto –la devaluación– ilumine las causas, hasta ahora misteriosas, del eclipse que Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner registraron en el tramo final de la campaña para las PASO.

La idea es mejorar la cotización para las exportaciones y acelerar la recolección de dólares para las reservasel lunes, 220 millones de dólares–, decisión que gatilló, en paralelo, la reducción de la carga impositiva aplicada al dólar tarjeta para hacerlo más barato que el blue y ajustar el "agro" 7,4% para fijarlo en $365,50.

Asimismo, se decidió limitar a 40.000 dólares mensuales la operatoria de los tipos de cambio negociados en bolsa, los legales MEP y "contado con liquidación" de modo de pisar en lo sucesivo también esas cotizaciones y limitar el impacto inflacionario de la devaluación.

El detalle es que toda devaluación es inflacionaria, efecto que el Banco Central pretendió limitar con un aumento de 21 puntos de la tasa de política monetaria. Se trata de dinero más caro para premiar la colocación en los bancos de los pesos sobrantes y evitar su dolarización.

¿Alcanzará con esas salvaguardias para evitar un nuevo golpe al bolsillo? No.

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El traspaso de la devaluación a los precios al consumidor –fenómeno conocido como pass-through – es especialmente sensible, elevado y directo en la Argentina. Según un estudio del Banco Central de 2020, llega a alrededor de un 30% en los primeros 12 meses desde la ocurrencia del salto, cuyos efectos positivos se limitan así con el paso del tiempo, en tanto se maximizan los negativos.

Mientras esperan este martes la divulgación de la foto vieja de la inflación de julio, rápidas de reflejos, las empresas proveedoras de los supermercados ya están enviando listas con remarcaciones del 10 al 15%. La inflación de este mes podría así saltar a entre 10 y 14% y mantenerse luego en niveles similares o mayores, proyectan economistas privados. Atención: la de septiembre, que vendrá recargada, se conocerá apenas días antes de volver a concurrir a las urnas para elegir, no solo presidente, sino también legisladores y legisladores nacionales y autoridades provinciales en distritos clave como la provincia de Buenos Aires.

Así las cosas, Guillermo Michel, el titular de la Aduana, buscará, por orden de Massa, negociar un nuevo acuerdo de precios. Asimismo, Economía estudia la reapertura de paritarias para que los salarios puedan darle pelea a la esperada aceleración de los precios y, en los sectores en los que ese remedio no alcance, el otorgamiento de un aumento por suma fija.

El círculo no es precisamente virtuoso y solo apunta a darle al Gobierno oxígeno para llegar sin una anoxia fatal a octubre.

Después, ¿qué importa del después?

Una cuestión de Fondo

El Gobierno atribuye la idea de devaluar a la necesidad de sobrellevar un poco mejor la ecuación cambiaria y la situación de las reservas, algo que se hizo más perentorio después del resultado del domingo, que alarma incluso a analistas financieros internacionales debido a la volatilidad del fenómeno Milei y a su dificultad para asegurar la eventual aplicación de un programa extremo en un marco de gobernabilidad.

La verdad, con todo, estaría en otro lado: en el reciente acuerdo con el FMI.

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Así como el Gobierno aceleró la pauta de minidevaluaciones, ahora se decantó por un salto directo, en línea con lo que el organismo siempre prescribe en el marco de sus planes de ajuste.

El FMI aplaudió la decisión y despejó el camino a la aprobación del acuerdo en su Directorio el próximo miércoles 23. Incluso los 7.500 millones de dólares de desembolso previstos para hacer frente a los próximos vencimientos podrían transformarse en 10.000 millones para dejarle al Gobierno algo de margen para intervenir en el mercado. ¿Será?

La encrucijada de Massa

El ministro decidió devaluar para acelerar la liquidación de exportaciones y desalentar las importaciones, aunque sea al costo de una posible inflación de dos dígitos en los próximos meses. Para limitar el daño, apuesta a una suba de tasas recesiva, a acuerdos de precios que –bajo la conducción de Matías Tombolini, degradado de facto– se han mostrado irrelevantes como estrategia de contención y a aumentos salariales que, de concretarse, no ayudarían precisamente a frenar la dinámica…

Todo resulta piantavotos a dos meses del 22-O.Y peor: ¿le alcanzará al Gobierno para llegar más o menos compuesto a esa fecha sin dosis mayores de esas medicinas o abrirá el camino al gran temor del Círculo Rojo, el de una transición desordenada? ¿Seguiría a esta devaluación sin plan alguna otra ronda de depreciaciones capaces de poner a la economía en un punto de extrema fragilidad?

En los números electorales, el ministro de Economía está todavía a tiro de pelear el acceso a un ballotage, para lo que se rodeará políticamente y apelará a quienes no fueron a votar o decidieron balearse los pies expresando su frustración a través de Milei. Lo que le juega en contra, acaso gravemente, es la película: el viernes, la conclusión de la semana cambiaria indicaba que 600 ya era un piso consolidado para el blue, pero en el arranque de la semana pareció orbitar en torno a los 700. ¿Llegará, como pretende, a octubre en condiciones de competir? Pronóstico reservado. Mientras, en un contexto de licuación de la autoridad gubernamental –a propósito, ¿qué será de la vida de Alberto Fernández–, se impone el paso a paso: ¿cómo seguirá el thriller cambiario?

relevo de pruebas: el fmi celebro la devaluacion del peso argentino
Sergio Massa, ministro de Economía y precandidato a presidente por Unión por la Patria

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