Con el resultado de las PASO aún alterando el contexto económico, el INDEC dará a conocer este martes la inflación de julio, el mes en el que el Gobierno apostaba a consolidar la tendencia a la baja que celebraba desde mayo. Las consultoras privadas prevén que la cifra rondará el 7% y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Ciudad de Buenos Aires también presagió un camino ascendente. El dato quedará desdibujado detrás de la decisión del Gobierno de devaluar un 22% el peso, medida que se trasladará a los precios. El mercado y el Ministerio de Economía admiten que el índice podría llegar a los dos dígitos en agosto.
El informe que publicará el organismo estadístico, este martes a las 16, estará marcado por el traslado a precios de la suba del dólar blue, que se movió en terreno tenso por la expectativa de los comicios y la tendencia a la dolarización por la incertidumbre. El dato porteño marcó la pauta con un 7,3%, un salto de 0,2 puntos porcentuales que cortó la buena racha. Julio será el primer mes en el que el Banco Central publicará su Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) el mismo día que la entidad dirigida por Marco Lavagna. En julio, la autoridad monetaria decidió modificar su esquema: en vez de difundir el documento el primer o segundo viernes del mes, ahora lo hará horas después de que se conozca el dato del INDEC para "evitar la especulación". La noticia fue llamativa ya que con el cronograma original, en agosto la fecha de publicación hubiera sido días antes de la jornada electoral y le hubiese dado una mala noticia al ministro de Economía y ahora candidato presidencial, Sergio Massa.
Los distintos relevamientos coinciden en que se registró una mayor incidencia de los aumentos. De acuerdo con el informe de precios de C&T para la región Gran Buenos Aires, en julio hubo un aumento de 7,7% mensual, que implicó un alza interanual de 122,1%. El mayor impulso lo dio el sector del turismo debido a las vacaciones de invierno, que hizo que el esparcimiento fuera uno de los rubros de mayor dinamismo en el mes (14%), mientras que los alimentos subieron 4,4% con una fuerte aceleración en la segunda mitad del mes, en especial en panificados, carnes, verduras y bebidas alcohólicas. Para LCG, la inflación fue del 7% y la consultora Ecolatina prevé un número que no llega al 7% pero que estará "muy cerca".
Inflación marcada por el dólar
Tras la corrida cambiaria de abril, el cuarto mes del año signó el pico de inflación mensual en 8,4% en medio del inicio de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En mayo, con el blue más calmo y los dólares financieros intervenidos por la compra y venta de bonos en el Central, el IPC fue del 7,8% y en junio desaceleró a 6%. La inercia inflacionaria, de al menos el último año, está ligada íntimamente con el comportamiento cambiario, la escasez de reservas, las expectativas electorales y el ritmo de la negociación con el Fondo.
A fines de julio, el equipo económico puso en marcha nuevos impuestos al acceso de divisas para importaciones como señal al organismo crediticio para cerrar la renegociación del acuerdo técnico. Aunque eximió a la cadena de producción de los bienes de consumo masivo de la presión tributaria extra, el mercado estima que habrá un traslado a precios de al menos 2% producto de esas medidas para el dato de agosto. A eso se sumará la brusca depreciación del peso de este lunes. El Banco Central llevó el tipo de cambio oficial a $350 y el encarecimiento tendrá un efecto directo en los valores de los alimentos, combustibles y tarifas de energía eléctrica, además de licuar los salarios.
Los privados corrigieron sus proyecciones que ya estaban en niveles récord del 8% a niveles entre 10% y el 13%. En los pasillos del Ministerio de Economía aseguraron, a Letra P, que no sería "descabellado" pensar en una inflación mensual de dos dígitos.