FMI: los alfiles de Toto Caputo que discuten la letra chica del acuerdo
Santiago Bausili es "el más presente" en las negociaciones. El viceministro José Luis Daza también rodea las conversaciones. El despliegue del Fondo y el dólar.
Toto Caputo con y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, tomaron deuda para frenar al dólar antes de las elecciones.
Captura de redes
El ministro Toto Caputo apura la letra chica de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) luego de enviar el esqueleto del nuevo programa vía DNU y apuesta a dos de sus alfiles para lo más importante: los montos y el cronograma de desembolsos. La pulseada final está en el esquema cambiario que el Gobierno resiste y el organismo, aprieta.
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El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, está "más presente" en el último tramo de la pulseada con el organismo, según señalaron a Letra P fuentes cercanas a las conversaciones.
El otro personaje involucrado desde su incorporación y con pisada fuerte es el viceministro José Luis Daza, a quien, desde el inicio, se le asignó el rol de interlocutor entre el Fondo y el Gobierno, por tratarse de uno de los vínculos más importantes que tiene el jefe del Palacio de Hacienda en Wall Street.
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José Luis Daza, el vice de Toto Caputo
La presencia de Bausili toma relevancia especial en un pacto que tiene como argumentación principal la situación patrimonial del BCRA. El foco del DNU está en el cambio de las Letras Intransferibles por la inyección inicial de dólares que, en un principio, haría el Fondo.
Según estimaciones privadas, se trata de unos u$s23.000 millones a precio del mercado de los que, de acuerdo al texto publicado en el Boletín Oficial, se cancelaría una "parte sustancial".
Tironeo de Caputo con el FMI por el dólar
El gran nudo que tiene que desandar el equipo de Caputo es el régimen que tomará el tipo de cambio. En enero, en un desayuno con la Fundación Libertad, Daza aseguró que "habrá afluencia de dólares y estabilidad cambiaria durante todo el año".
El mensaje al think tank fue que el Gobierno tomó la decisión de no devaluar en un año electoral, pese a las críticas por derecha y por izquierda de la biblioteca económica sobre el atraso cambiario y las consecuencias a largo plazo de un tipo de cambio barato.
El Fondo mira con desconfianza la dinámica que aplica el Gobierno desde julio para sostener el tipo de cambio, con intervenciones en los dólares financieros por al menos u$s2.000 millones.
"El FMI no quiere ser el financista de un dólar barato", repiten voces que estuvieron en negociaciones previas con el organismo.
La postura de la entidad es clásica: un dólar que flote con la posibilidad de una intervención mínima contemplada en un sistema de bandas.
En la evaluación expost del Extended Fund Facilities (EFF) de 2022 publicada en enero, la auditoría del organismo planteó: “Para allanar el camino hacia la recuperación del acceso a los mercados será necesario adoptar una estrategia creíble para desmantelar los controles cambiarios, una mayor flexibilidad cambiaria y un papel más significativo de la política monetaria”.
Esa oposición es la que todavía provoca tironeos en la mesa de negociación.
Visitas, reuniones y el despliegue del FMI
El ida y vuelta con la entidad crediticia comenzó, formalmente, en diciembre; aunque meses antes ya había conversaciones informales entre primeras, segundas y terceras líneas de ambas partes para empezar a delinear un nuevo pacto que contenga fondos frescos.
Hubo una sola misión técnica presencial (que se haya hecho conocer) con equipos del staff en Buenos Aires, que duró una semana y terminó a fines de enero.
Las reuniones fueron en el Ministerio de Economía y la sede del Banco Central y con funcionarios estrictamente técnicos para definir la parte más numérica del acuerdo.
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La número dos del FMI con Javier Milei
Captura de redes
A principios de 2024, el Fondo hizo reconocimiento del terreno. La número dos, Gita Gopinath, visitó el país en febrero y dejó un mensaje ligado a la vulnerabilidad social de las políticas económicas de la administración libertaria.
Un negociador echado por Milei
El ex director del Hemisferio Sur Rodrigo Valdés llegó en marzo y en el Foro IEFA Latam planteó la necesidad de ajustar la "calidad" de la motosierra y de "calibrar muy cuidadosamente la apertura de las políticas de control del tipo de cambio".
Este tipo de negociaciones no se circunscriben sólo a quienes integran el equipo económico. El Fondo suele tener encuentros con dirigentes sociales, gremios, diputados, senadores entre otros actores y personalidades de la política local con el fin de averiguar todas las aristas posibles del país con el que están protagonizando un ida y vuelta.
En 2020, el ex ministro de Economía Martín Guzmán había creado la Unidad de Relaciones Técnicas con el Fondo Monetario Internacional con el objetivo de "asistir y asesorar" al entonces titular de la cartera económica "en lo vinculado a las tareas relativas a la formulación y ejecución de la estrategia de relaciones con el Fondo Monetario Internacional". Es decir: mantenerlo al tanto sobre el mapa de reuniones del Fondo en Argentina.