La petrolera se retira de pozos convencionales para centrarse en Vaca Muerta. Pérez Companc, Javier Iguacel y el suegro de Nicole Neumann, entre los ganadores.
YPF pone en venta sus activos convencionales en la Patagonia y Mendoza.
El listado de empresas petroleras que se quedaron con los yacimientos convencionales de YPF, mediante el Plan Andes, incluye firmas como Pérez Companc; Bentia del exfuncionario macrista Javier Iguacel; TBS del empresario logístico Claudio Urcera; Petroleros Sudamericanos, de la familia Miedvietzky, dueña de Amarilla Gas; PCR, de las familias Brandi y Cavallo; y Quintana Energy de Carlos Gilardoni.
El Plan Andes que impulsa la gestión libertaria de YPF, encabezada por Horacio Marín, implica la desinversión en sus activos convencionales, el 25% de la compañía y la concentración de recursos en la producción de gas y petróleo de la roca de Vaca Muerta, en Neuquén.
La extracción de crudo en forma tradicional tiene márgenes de rentabilidad decrecientes y la industria petrolera busca salir de las áreas maduras para priorizar los yacimientos de alta productividad del shale oil y gas.
Vaca Muerta recibe el 75% de las inversiones que hace la industria.
Así volvió Pérez Companc al negocio que le generó el inicio de la fortuna. En Chubut, Pecom se quedó con la continuidad de las áreas mediante una inversión de u$s 204 millones. Acordó con el gobernador chubutense Ignacio Torres una rebaja en las regalías del 12% al 9% por diez años sobre la producción de base y 3% extras sobre el incremento de lo que produzcan. Pecom también paga un bono del 3% a la provincia.
Pecom está anotado en la carrera para quedarse con Manantiales Behr, en Chubut, un yacimiento con un rendimiento muy importante para la industrial convencional. Se lo presenta como un caso de éxito en recuperación terciaria. CGC, de Eduardo Eurnekian, se bajó de esa compulsa.
La empresa Bentia Energy fundada por Iguacel, ex ministro de Energía de Mauricio Macri, junto a su ex jefe de Gabinete en la gestión Lucas Logaldo y al empresario Lisandro Garmendia de TB Cargo, se quedó con la explotación del clúster de Neuquén Norte, compuesto por siete campos maduros en la cuenca neuquina.
Iguacel es ingeniero en Petróleo y fue vicepresidente de Pluspetrol. En el Plan Andes, llamó la atención el plazo exiguo que existió entre la formación de la empresa y la concesión de los pozos petroleros maduros.
Petróleos Sudamericanos (PS) es de la familia chaqueña Miedvietzky, los dueños de Amarilla Gas, una distribuidora de garrafas con origen en Chaco. La compañía se quedó con bloques petroleros en Mendoza por diez años, con un compromiso de inversión de u$s 600 millones. Por estos días, surgieron reclamos de trabajadores petroleros, porque se llevan adelante despidos.
YPF había acordado vender el clúster de Río Negro, Señal Picada y Punta Barda, a la pyme cordobesa Velitec, cuyo dueño es el arquitecto cordobés Facundo Araoz Ortega, el hijo de Chiche Araoz, funcionario del expresidente Carlos Menem. Sin embargo, el gobernador rionegrino Alberto Weretilneck se inclinó por la familia Miedvietzky, con más antecedentes en el rubro y en la provincia.
Otra empresa que se anotó y ganó con el Plan Andes es TBS del empresario Claudio Urcera, hijo de un ex intendente de Viedma, que presta servicios para la industria petrolera en la Patagonia. Urcera ahora es también conocido como el suegro de la modelo Nicole Neumann, casada con el piloto automovilístico Manuel Urcera.
Claudio Urcera es dueño de una cementera en Río Negro y se especializó en transporte y servicios para el sector petrolero, con inserción en Vaca Muerta. Así diversificó sus negocios al sector inmobiliario, en el que desarrolló el barrio cerrado de lujo Chocón Medio y también incursionó en el transporte aéreo y desarrollo agropecuario.
Urcera, se asoció con Quintana Energy, la empresa dirigida por Claudio Giladorne para quedarse con el bloque Mendoza Sur, áreas de petróleo y gas que incluyen Cañadón Amarillo, que es la lengua mendocina de Vaca Muerta y donde puede haber shale.
En exclusiva, Quintana Energy opera desde febrero pasado Estación Fernández Oro, un yacimiento estratégico, que genera 30% del gas de la provincia de Río Negro. La empresa se comprometió a una inversión de u$s 91,8 millones para perforaciones, reacondicionamiento de pozos y desarrollo social en la región. Para concretar la operación recibió un financiamiento de u$s 30 millones del Grupo Trafigura, el gigante mundial del comercio de materias.
La empresa Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR) se quedó con el cluster Llancanelo en Malargüe, Mendoza, donde extrae crudo extra pesado y paga regalías por el 6%. PCR es de las familias Brandi y Cavallo, la única cementera de capitales argentinos, líder en la Patagonia y la segunda generadora de energía eólica del país.
La empresa canadiense Crown Point se quedó con áreas de Chubut, por una inversión de u$s 57,9 millones. Estos bloques estaban operados por Tecpetrol del grupo Techint que también se va de Chubut. Petrominera Chubut, la empresa estatal de energía, se quedó con su 5% de participación.
“El Plan Andes puede ser una oportunidad para empresas medianas y pequeñas que tomen el relevo y puedan retomar la producción en caída recuperando en forma eficiente las actividades. El riesgo es que algunas no puedan hacerlo quedando en el camino, con implicancias económicas y sociales en las regiones donde se desempeñan”, dijo a Letra P Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Argentino de Energía General Mosconi.
"El tiempo dirá si la decisión de YPF ha sido la correcta desde el punto de vista social, como empresa de bandera o si, por el contrario, ha generado perjuicios irreversibles a las regiones que abandona", advirtió Rabinovich y aseguró que la extracción de petróleo de modo convencional "sólo es viable con alta eficiencia y precios por encima de los u$s 65 el barril".
Los costos de la producción en campos maduros son fundamentales, la rentabilidad es muy justa. Las regalías que cobran las provincias son partes de la ecuación.
El Plan Andes también implicó una negociación entre la petrolera y cada provincia. Santa Cruz llegó un acuerdo por la cesión de YPF a la empresa estatal FoMiCruz de diez áreas maduras. Lo mismo se busca concretar con Tierra del Fuego, donde son nueve los bloques enlistados; y quedan dos áreas de Neuquén.