La primera piedra la lanzó el titular del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Walter Martello, al no descartar este miércoles el retiro de la concesión del servicio eléctrico a la empresa Edesur, por "incumplimientos crónicos" ante los recientes cortes de luz en el AMBA, el último capítulo de una extensa tradición de quejas de los usuarios, en especial con las temperaturas del verano. La idea se la llevó Sergio Massa al presidente Alberto Fernández a la reunión que mantuvieron en la Casa Rosada, confiaron fuentes del ministerio de Economía. El boceto lo elaboraría la Secretaría de Energía.
"Podría ser intervención de gestión, sin afectación de capital. El ENRE esta trabajando una propuesta con Energía", informaron en el Palacio de Hacienda. Después del fallido de Vicentín, el fantasma del desembarco estatal en una empresa privada acechó al albertismo desde sus inicios. Por eso, desde una de las dependencias le bajan el impacto a la iniciativa. "No significa mucho más que un cambio en la gestión, pero no en la propiedad. Hay causales para hacerlo", argumentaron, en función de los últimos cortes de suministro que siguen generando protestas en los barrios porteños.
Sin quedarse con sus activos, el grupo italiano Enel, que igual podría cumplir con la salida del país que está administrando desde fines del año pasado. Como contó Letra P, en un anuncio que sorprendió al Gobierno y al mercado, la empresa reveló un plan para desprenderse de sus activos energéticos en Argentina: a la distribuidora se suman las centrales térmicas Costanera y Dock Sud y maneja la hidroeléctrica El Chocón, todos activos heredados de cuando Enel se hizo propietaria de Edesur al adquirir en 2008 la mayoría accionaria de la española Endesa.
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Enel busca hacerse de 21.000 millones de euros, al exiliarse de mercados como Argentina, Perú y Rumanía, para reducir su deuda. La firma se focalizará así en seis países que considera estratégicos: Italia, España, Estados Unidos, Brasil, Chile y Colombia.
No es la primera vez que la Casa Rosada evalúa intervenir Edesur. En 2014, el entonces ministro de Planificación, Julio de Vido, amenazó con hacerlo, pero tuvo resistencia dentro del mismo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.