"Eduardo Eurnekian andaba preguntando si alguien cambió el voto entre ayer y hoy. Yo no lo creo", lanzó el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, luego de escuchar a Sergio Massa responder las mismas preguntas que Javier Milei el día anterior. Ninguno de los dos logró enamorar al establishment argentino y el Círculo Rojo irá al ballotage con la misma intención de voto que tenía antes de los almuerzos del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp).
Mientras que el libertario genera dudas respecto a la viabilidad de sus propuestas, al ministro de Economía le reconocen gobernabilidad del peronismo, pero esperan que en su eventual gestión sus funcionarios no provengan del ala kirchnerista. La premisa para ambos es que "hagan algo distinto de lo que dicen o hacen hoy", resumió un dirigente bancario a Letra P.
El titular de la cartera económica se sentó en la mesa principal con la misma disposición que su contrincante un día atrás. A su lado estaban el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, y el titular de Cicyp y vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Marcos Pereda. Durante la exposición del titular del Palacio de Hacienda, los más de 270 empresarios, incluso el dueño de Corporación América y exempleador de Milei, aplaudieron al menos tres veces: una por complicidad, otra por una promesa y otra por una arenga.
La primera fue cuando el aspirante de Unión por la Patria tosió y deslizó una ironía: “Perdón por la tos, espero que a ustedes no les moleste”, se mofó, en referencia al supuesto plan para desconcentrarlo en el debate que esgrimió el candidato libertario para justificar su pobre desempeño. La segunda, cuando se refirió la obra pública y aseguró que en los países más desarrollados el 92% de la inversión infraestructura la llevan adelanten con fondos estatales, un guiño al titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, que suele repetir el mismo dato en entrevistas. Y la tercera, cuando con vehemencia, marcó: "Yo soy pro-Argentina, y yo negocio lo que es mejor para el país". A Milei lo habían aplaudido una sola vez.
Massa llevó al Alvear Palace Hotel una buena camada de funcionarios y dirigentes. Estaban el jefe de Gabinete económico, Leonardo Madcur; el titular de Aduana, Guillermo Michel; el secretario de Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren; el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli; el vicepresidente segundo del Banco Central, Lisandro Cleri; la diputada Graciela Camaño y el exgobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.
Para Gabbi, fue una buena señal. "Milei vino sólo con Karina", contrastó. Una de las ansiedades del Grupo de los Seis es vincular caras con cargos. Les entusiasma la idea de un gobierno de "unidad nacional", como pregona el aspirante oficialista, siempre que los colores políticos se mezclen en serio. "A Massa le pesa su pasado y su vinculo con el kirchnerismo, pero si cumple con la inclusión de otras fuerzas en su equipo, ahí creería que va a haber un cambio", consideró un dirigente del comercio. Ninguno espera que si el tigrense gana las elecciones del domingo, el lunes 20 de noviembre vaya a anunciar su gabinete y menos su ministro de Economía como adelantó él mismo en el programa A Dos Voces.
Al empresariado le preocupa la transición. "Si gana Milei va a ser todo muy tenso, pero si gana Sergio no sabemos si se va a dormir en los laureles", analizó un dirigente bancario. La duda generalizada es qué pasaría con las reformas que para el Círculo Rojo son urgentes a aplicar apenas pasen las elecciones, como la deuda comercial con los proveedores del exterior, el acceso a las divisas y la corrección del déficit fiscal, según enumeraron distintas fuentes consultadas. "Entendemos que tiene que haber una transición ordenada, pero hay cosas que no esperan al 10 de diciembre", afirmó otro empresario del comercio.
"La moneda está en el aire", fue la frase que circuló ambos días entre mesa y mesa sobre el ballotage del 19 de noviembre. En el auditorio admitían que su único insumo son las encuestas y que ninguna de ellas da como ganador a Massa ni a Milei por amplia diferencia; todas están en el margen de error. Por los pasillos del Alvear, el presidente de Banco Macro, Jorge Brito, buscaba llevar tranquilidad. "No hay ningún escenario de riesgo financiero porque los bancos están líquidos en sus balances en dólares", le dijo a periodistas.