A menos de un mes de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), los intendentes del conurbano bonaerense muñequean entre una campaña bien localista en sus distritos para alejarse de la mala imagen del gobierno nacional y empujar al precandidato a presidente Sergio Massa, quien “no termina de despegar” en el territorio más poblado del país. En el comando de campaña del ministro de Economía parecen haber tomado nota: en estos días se multiplican sus presencias en el gran Buenos Aires.
En el intendentismo lo repiten hasta el cansancio: "Somos quienes más medimos". Los sigue el gobernador Axel Kicillof y más atrás, Massa. En una reunión de mesa chica, días atrás un jefe comunal de la Tercera sección compartió números que le preocupan. Dijo que él mide 60 puntos, Kicillof 30 y Massa 20. Saben, de todos modos, que esos números nunca se verían reflejado al abrir las urnas porque no existe ese nivel de corte de boleta; en rigor, es casi nulo. El asunto es qué parte de la boleta tracciona más. El intendente dijo además que cuando midió por fuerza política, en el distrito Unión por la Patria (UP) está "apenas" entre 4 y 5 puntos arriba de Juntos por el Cambio.
El dilema: hasta qué punto es conveniente ahora, a tres semanas de las PASO, abandonar la campaña localista que vienen llevando adelante para pegarse a la figura de Massa y, por ende, nacionalizar la discusión de campaña en sus distritos cuando la economía -junto con la inseguridad- está entre las principales preocupaciones del electorado.
El tour a toda marcha por el conurbano que Massa inició -sábado en La Matanza, domingo en Pilar, lunes en Ezeiza y este martes en Merlo, Quilmes y Lomas de Zamora- tiene su contracara en la inmensidad del conurbano. Los paredones hablan, pero dicen poco sobre Massa: en las pintadas, los afiches y los pasacalles predominan los nombres de los intendentes e intendentas, aparece un poco Kicillof y bastante menos Massa. Esa dinámica, explican a Letra P las fuentes que trabajan las campañas locales, irá mutando en estos días, cuando llegue material de campaña, como flyers y cartelería, con las figuras de los precandidatos a presidente y a gobernador.
Orden tardío y doble rol
“Lo de Massa ordenó arriba a la política y eso es muy importante para muchas cosas, pero ese ordenamiento para la campaña no llegó todavía hacía abajo. Tiene que ver también con que las definiciones llegaron sobre el cierre de listas y no hubo tanto tiempo”, explicó a este medio un jefe de campaña de un distro del conurbano.
El jefe comunal de un distrito del sur del conurbano se quejaba días atrás de las dificultades que genera el doble rol de Massa, precandidato y ministro de Economía. “La campaña local es lo que garpa y él (Massa) dijo que es ministro de Economía hasta las seis de la tarde. A las seis de la tarde ya es de noche. Si él no va a los distritos ¿cómo lo levantas?”, decía con ironía respecto de los pocos actos realizados en el conurbano. Teléfono atendido: Massa ya no respeta aquel horario para hacer campaña. Massa delineó una primera etapa de la campaña en la que su agenda estaba ocupada por tareas concernientes a su rol como titular de Hacienda, dejando para los fines de semana el grueso de la actividad proselitista.
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Como sea, no hay un conflicto entre intendentes y Massa. Tampoco hay -como trascendió- una estrategia potente de corte de boleta en los distritos impulsada por los jefes y jefas territoriales. “Si Sergio avisa que viene al distrito, será muy bien recibido. Todos queremos que crezca y hacer la mejor elección posible en todas las categorías”, afirmó otra fuente que afirmó que en los municipios "no se está militando el corte de boleta" para las PASO, pero dejó abierta la puerta a las necesidades que surjan de cara a la elección general de octubre.
“Lo vamos manejando, la campaña es centralmente local, pero planteamos el peligro de lo que hay enfrente y vamos a traccionar de abajo hacía arriba todo lo que podamos las boletas de Kicillof y de Massa”, dice un dirigente asentado en el centro de la Primera sección. Otra vez: la incomodidad de hacer matchear la campaña híperlocalista, de gestión municipal, con la instalación de la precandidatura del ministro.
Demasiado ruido
Los intendentes del conurbano quisieron cortar el ruido interno días atrás cuando, en tándem, salieron a bancar a Massa y rechazar una estrategia de corte de boleta. El puntapié inicial lo dio el jefe de Gabinete bonaerense y mandamás de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, quien, además, forma parte de las mesas de campaña provincial y nacional. “Sergio Massa será un gran presidente”, aseguró, para luego destacar que a los intendentes les da “tranquilidad” que el precandidato a Presidente haya sido intendente porque “conoce a la perfección lo que es trabajar con los problemas cotidianos de la gente”.
Del operativo contención también fueron parte un intendente de la Primera y otro de la Tercera secciones: Gustavo Menéndez (Merlo) y Andrés Watson (Florencio Varela). A ellos les siguieron varios que a través de las redes sociales salieron a respaldar al tigrense.