ELECCIONES 2023

Paraguay: el ala liberal del Partido Colorado vuelve al poder con Santiago Peña

Protegido del polémico expresidente Cartes, el economista asumirá el 15 de agosto. La alternancia, dentro del régimen. Recelo de EE.UU. y tentación de China.

La Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado se impuso en las elecciones paraguayas de este domingo y su candidato, Santiago Peña, será presidente por los próximos cinco años. Su victoria supone la ratificación del poder de ese partido tradicional, hegemónico en el socio del Mercosur, pero a la vez, como una suerte de alternancia dentro del sistema, el retorno del ala liberal que responde al exmandatario Horacio Cartes.

"Santi" Peña se convierte en el sucesor de quien ha sido más que un simple rival interno, el presidente Mario Abdo Benítez –referente de la facción tradicional de la ANR. Con un avance del escrutinio del 92%, obtenía el 43% de los votos contra 27,5% de su principal rival, Efraín Alegre, candidato del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y de la heterogénea coalición Concertación Nacional nucleada a su alrededor.

Como curiosidad, el exarquero José Luis Chilavert se ubicaba séptimo con apenas 0,8%.

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El nuevo reparto del poder implicó, además de la pelea por el Palacio de López, la elección de 45 senadores – más 30 suplentes– y 80 diputados –y 80 sustitutos–, además de 17 gobernadores e integrantes de las juntas departamentales –provinciales–.

La participación fue considerable –63%–, lo que marcó la polarización de unos comicios ampliamente cruzados por el debate sobre la corrupción y el arraigo de las mafias en el aparato del Estado.

La sombra de Cartes

La protección de Cartes es un collar de melones que cuelga del cuello de Peña. El último y más resonante señalamiento a aquel provino del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que en julio del año pasado lo calificó como un personaje "significativamente corrupto" y le aplicó sanciones que incluyeron la prohibición de ingresar al país.

"Estados Unidos señala al expresidente paraguayo Horacio Manuel Cartes Jara por su participación en actos de corrupción significativos. El expresidente obstruyó una importante investigación internacional sobre el crimen transnacional para protegerse a sí mismo y a su asociado criminal de un posible enjuiciamiento y daño político", dijo entonces con dureza el Tesoro en un comunicado.

El exmandatario, uno de los hombres más ricos de su país en base a las actividades de la Tabacalera del Este, Tabesa–, ha sido sindicado reiteradamente durante su vida empresarial como eje del contrabando de cigarrillos a Brasil y la Argentina y hasta de narcotráfico.

En la Argentina, ha hecho gala de una fuerte sintonía política y personal con Mauricio Macri.

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Sin embargo, esas manchas no son exclusividad del ala liberal del coloradismo: en aquella ocasión, Washington también sancionó a Hugo Velázquez, vicepresidente de Abdo Benítez.

La relación con Estados Unidos será, en ese contexto, un desafío fuerte para el hombre que el 15 de agosto deberá asumir la presidencia.

Uno de los rasgos más curiosos de Paraguay en materia de relaciones internacionales es su reconocimiento de Taiwán como Estado que representa a China. Durante la campaña electoral de 2018, fuentes del entorno de Abdo Benítez le dijeron a Letra P que este se proponía revisar esa política, muy curiosa en términos de conveniencia económica y política, pero que se basa en aceitados vínculos entre el gobierno de la isla considerada por Pekín como un territorio rebelde y el Partido Colorado. La fuerza de esos lazos hizo que la idea nunca se hiciera realidad.

Difícilmente Estados Unidos reprocharía un posible replanteo de esa postura dado que, aunque protege a Taiwán, reconoce a Pekín como representante de la única China. Con todo, la Casa Blanca estaría vigilante sobre la profundidad de un eventual giro.

Si bien el Mercosur suma con Peña un presidente de derecha que haría sentir menos solo al uruguayo Luis Lacalle Pou, es poco probable que Asunción salga de la órbita que lo ha hecho girar tradicionalmente en torno a Brasil y que se sume a la quijotada oriental de un tratado de libre comercio con China. Para Estados Unidos –con Joe Biden o, si fallara su plan reeleccionista, con un sucesor republicano a partir del 20 de enero de 2025– eso supondría un desaire imposible de ignorar.

Cabe señalar al respecto que Alegre había prometido durante la campaña dar marcha atrás en el reconocimiento diplomático de Taipei y abrazar diplomáticamente a China, parte de un giro político que llamaba a "ganarle la patria a las mafias" del coloradismo.

Perfil

El presidente electo Peña, de 44 años, fue ministro de Hacienda de Cartes y garante del modelo económico ultraliberal aplicado en ese período. Economista de Universidad Católica de Asunción –con maestría en Administración Pública en Columbia, Estados Unidos–, ocupó aquel cargo entre 2013 y 2017; antes, había pasado por Banco Central –2000-2009– y por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Su programa reivindica lo hecho en función del gobierno: equilibrios macro, control de la inflación, desregulación y muy bajos impuestos.

El "modelo paraguayo", con una presión impositiva de apenas el 10% y una apertura amplia a las inversiones extranjeras, ha sido la base de una economía estable y abierta a la inversión, pero, al contrario de lo que suele prometer el liberalismo, no ha dado lugar a una mayor formalización de la actividad, del empleo ni del cumplimiento de empresas y particulares del pago de impuestos. Parece que el "laboratorio" del país vecino prueba que bajar impuestos no lleva necesariamente a un blanqueo de los negocios.

En ese sentido, el contrabando sigue campeando –sobre todo en la zona de la Triple Frontera con Argentina y Brasil– y el país es el paraíso "barrani" con el que suelen soñar referentes liberales como el argentino Carlos Maslatón.

Niveles de informalidad económica que se cifran en torno a un persistente 40% y un interés tan escaso del Estado en la recaudación tributaria hacen que la bonanza no derrame, que la desigualdad sea extrema y que la pobreza, medida con criterios poco exigentes por el sistema estadístico, se haya mantenido firme el año pasado en el 24,7% y la indigencia, en 5,6%.

La economía crecería este año 4,5%, según el FMI, muy por encima de una estimación promedio del 1,6% para toda América Latina.

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