Una de las polémicas que se abrió en torno a los resultados de las elecciones generales en Santa Fe y promete estirarse en la justicia es la disputa por la última banca, la número 50, de la Cámara de Diputados y Diputadas. La pugna es entre Fabián Palo Oliver, quien ocupó el tercer lugar en la nómina del Frente Amplio por la Soberanía (FAS) que encabezó Carlos Del Frade, y Ruben Giustiniani, quien lideró la lista de Igualdad y Participación, y gira en torno a un decreto-ley de la dictadura que, paradójicamente, perjudicó a Del Frade en 2011. Olor a definición en la Corte Suprema provincial: los antecedentes.
“Es un escándalo que le quieran arrebatar una banca a Giustiniani quienes ya fueron víctimas de la desigualdad”, disparó Agustina Donnet, presidenta del bloque Igualdad. El mensaje es para Del Frade, víctima de una polémica similar tras las elecciones de 2011. Aquella vez, a pesar de las manifestaciones y el apoyo de un amplio abanico de figuras políticas, el periodista no logró ganar en la vía judicial y quedó afuera de la Cámara. Es decir, la misma norma que lo perjudicó aquella vez es la que hoy le da la posibilidad de ingresar un tercer diputado.
“Nos parece sorprendente, llamativo y muy preocupante que, a 40 años del regreso de la democracia, se pretenda desempolvar un decreto de la dictadura militar para privarnos de acceder a una banca”, expresó Donnet, quien además facturó que cuando Del Frade estuvo en la misma situación, “Giustiniani, como senador nacional, acompañó ese pedido e incluso nuestro compañero Sergio Liberati, como diputado provincial, planteó en la Cámara de Diputados un acompañamiento a ese reclamo”.
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El trasfondo de la discusión es por la vigencia o no del decreto ley 9280, una normativa emitida durante la dictadura que buscó regular el reparto de cargos para las minorías en la Cámara de Diputados. En su quinto artículo, dicho instrumento legal establece un piso del 3% del padrón electoral para acceder al reparto de bancas, lo que hoy serían unos 84 mil votos. De aplicarse esta normativa, y al haber obtenido casi 71 mil votos según el recuento provisorio, Giustiniani quedaría afuera del reparto de los 22 escaños que corresponden a las minorías. Del Frade cosechó 131 mil.
En Igualdad y Participación arguyen que el piso mencionado está “absolutamente derogado”. Primero, por falta de “legitimidad de origen”, dado que es una norma de la dictadura. Segundo, porque tanto la ley 12.367 -que reemplazó a la vieja ley de lemas por la de primarias abiertas- como la ley 13.461 -que estableció los nuevos umbrales-, “derogan todas las leyes que se opongan a esa legislación”, postuló Donnet. Según esta línea argumental, Giustiniani quedaría décimo tercero. en el reparto por sistema D'Hont, accediendo a una banca.
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La cuestión surge de que ninguna de las dos leyes mencionadas establecen un piso distinto o mencionan siquiera un requisito para acceder al reparto de escaños. Mientras que los de Giustiniani dicen que eso significa que no hay requisitos para acceder al sistema de reparto D'Hont, del otro lado sostienen que al no haber un artículo que se oponga expresamente al umbral establecido en el decreto ley 9280, este sigue vigente.
Por el lado del FAS, por ahora solo se refirió al tema en público Facundo Peralta, dirigente y asesor de Del Frade en la Legislatura. En un hilo de Twitter, sostuvo que si estuviese derogado el decreto ley de la polémica, Giustiniani sería diputado electo y valoró que su espacio político presentó "varios proyectos en ese sentido". Sin embargo, sostuvo que las reglas del juego son las que son y que, por lo tanto, la banca le corresponde a Palo Oliver, no sin antes dedicarle un palito a Giustiniani: "Hace 30 años que ocupa bancas".
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Igualdad y Participación ahora concentra sus esperanzas en Daniel Erbetta, presidente de la Corte Suprema santafesina y titular del Tribunal Electoral Provincial, órgano encargado de oficializar los nombres de los nuevos diputados. Donnet explicó que Erbetta “tiene sobrada jurisprudencia al respecto y avala nuestra posición”. Se refiere a que en 2014, cuando la Corte trató el caso Del Frade, su voto fue a favor del reclamo de Del Frade, es decir en línea con lo que ahora reclama Giustiniani.
En aquella oportunidad, la Corte sostuvo que el decreto ley 9280 no sólo seguía vigente, sino que no vulnera el principio de proporcionalidad a los resultados electorales que debe respetar la composición del cuerpo legislativo. De los seis miembros de la Corte, Erbetta fue el único que votó en disidencia. Este dato puede servir para prever una resolución similar del máximo tribunal santafesino, ya que la composición sigue siendo la misma que la que le negó la banca a Del Frade, pero para eso, Erbetta y los dos vocales del TEP deberían resolver en sentido inverso al criterio adoptado por la mayoría de la Corte. De hecho, las decisiones del TEP, pueden ser recurridas en la Corte.
Rubén Giustiniani y Carlos Del Frade son referentes de dos espacios de centroizquierda. En la actual Legislatura, cada uno desde su bloque de dos integrantes, trabajaron casi como aliados a la hora de las votaciones. De hecho negociaron la posibilidad de integrar un mismo espacio electoral para estos comicios, aunque finalmente resolvieron cada uno presentarse por las suyas.