En Rosario, ya sin discusión provincial ni reformista en Santa Fe, Unidos tiene por delante la dura tarea de que la lista liderada por Carolina Labayru mejore su cosecha, quedó tercera lejos, y conseguir números similares a los que obtuvieron en la ciudad Maximiliano Pullaro y Ciro Seisas en abril.
Poco más de 100 mil votos lograron en sus categorías en la ciudad el gobernador y el senador, que aunque cayó con Juan Pedro Aleart se mostró nuevamente competitivo. Esa cifra, indicaron diversas fuentes a Letra P, es el objetivo de cara al 29 de junio. Cómo llegar hasta allí desde los 38 mil de Labayru y los 84 mil que aglutinó Unidos en su totalidad, el desafío por delante.
Juntar los propios y convencer a otros tantos
La primera meta para Unidos es que no haya fugas internas. En la interna aparecen listas que sumaron una buena cantidad de votos, pero que no se identifican con la gestión del intendente Pablo Javkin. Casos como el del periodista deportivo Pablo Gavira -que se coló tercero en la lista, con 13 mil adhesiones-, y el del desconocido Lisandro Baclini que con el sello Avanza Libertad, una engaña pichanga, juntó 12 mil votos que, saben dentro del oficialismo, serán difíciles de retener.
Claro que cada voto es necesario para pelearle a Juan Monteverde, que logró imponerse como sello con el PJ, y al propio Aleart, el candidato más votado de manera individual por un puñado de voluntades sobre el postulante de Ciudad Futura. En esa lógica, las cabezas de cada lista de la interna de Unidos ya fueron convocadas y asistieron a distintas reuniones, tanto de manera individual como colectiva.
“Todos están alineados y quieren sumar”, dicen a Letra P. Gavira tiene posibilidades concretas de lograr una banca. “Con tres salvamos la ropa, cuatro sería un golazo”, hacen cuentas. El cuarto nombre es el de Anita Martínez, factor importante para que el PRO siga teniendo representación en el Concejo.
En el comando de campaña de Labayru confían en que los dos meses que quedan serán vitales para lograr el conocimiento que le faltó a una candidata que partió con una clara desventaja en ese sentido con respecto a Monteverde y Aleart. Siempre vinculada a un lugar de gestión, la funcionaria pagó los últimos años de perfil más bajo en la Secretaría de Cercanía, con más anclaje territorial, pero sin la penetración mediática que exhibía al mando de las áreas de Control.
JavkinLabayru.jpg
Pablo Javkin con Carolina Labayru, su representante que estará al frente de la lista de Unidos en Rosario.
Los que no fueron y los votos en blanco
Hay otro ítem insoslayable: como en el resto de la provincia, la participación ciudadana fue muy baja, con apenas un 53,6% de votantes sobre la totalidad del padrón y, sobre ello, solo 381 mil votos afirmativos en la categoría concejales. Engrosar esos números levantará el piso de cada candidato y en Unidos esperan que la funcionaria pueda llegar al número deseado bajo este esquema.
Además, abril dejó veinte mil votos más entre blancos y anulados a concejales que en la categoría de convencionales. Cerca de la candidata javkinista analizan que una porción de los mismos puede deberse a la confusión dada de una elección con tantos candidatos. “Ahí también hay un voto en disputa”, agregan.
La cifra deseada, el escenario de tercios y el rol de Maximiliano Pullaro
Son cuatro puntos de distancia entre lo conseguido por todas las listas de Unidos en las PASO del Concejo y aquello que lograron los candidatos a convencionales. Un dato no menor es que en Rosario Pullaro tuvo su cosecha más baja en toda la provincia. Por lo bajo, las voces del oficialismo admiten que esperaban más para poder llegar a la cifra buscada en abril. “Maxi no va a sacar los pies del plato, sabe lo importante que es Rosario”, ponderan sobre el rol del gobernador en la elección local de acá hasta junio. Ya hubo al menos dos encuentros entre el hughense y Javkin pensando en lo que viene.
En ese marco, en Unidos ven posible un escenario de tercios, al tiempo de lamentarse por no haber quedado segundos como frentes, a pocos votos de La Libertad Avanza, para evitar un intento de polarización entre los otros dos candidatos. Además, ven poco posible que Monteverde sume muchos más votos ante un escenario repartido en la franja pejotista con Roberto Sukerman y Lisandro Cavatorta, y ejemplifican: “Sacó 124 votos más que en la PASO de 2023”. En total, el panperonismo -tanto por fuera como dentro del sello- sumó 150 mil voluntades. Otro cantar es Aleart, al que le ven margen de crecimiento.
Por ello, en primera instancia no se olfatea una disputa particular con alguno de los sectores. “Vamos a decir bien claro qué es lo que no hizo el peronismo cuando gobernó y qué es lo que no está haciendo ahora el Gobierno nacional”, sostienen. Además de Labayru, el propio Javkin tomará un rol más protagónico a la hora de discutir política y denunciar falta de gestión. “El mensaje será claro: que la gente vote por Rosario, fuera de las disputas nacionales”, condensan.