El exministro de Trabajo de Claudio Vidal en Santa Cruz, Julio Gutiérrez, tropezó en su plan de convertirse en secretario general de la Unión del Personal de Seguridad Privada de la República Argentina (UPSRA) al caer por paliza en las elecciones del sindicato ante el octogenario sindicalista Ángel Alberto García, que ya suma 40 años al frente del gremio.
Gutiérrez había abandonado la gestión santacruceña en medio de un escándalo policial que derivó en una purga en la gestión con la que el dirigente petrolero buscó acomodar las piezas en su armado político.
Tal como contó Letra P, el acuerdo entre Gutiérrez y Vidal contemplaba la apuesta del primero a nivel gremial, razón por la cual ambos sabían que los caminos se dividirían en algún momento. La primera parte del plan funcionó tal como estaba pactado, pero no así la segunda: el elegido resultó García, que se quedará al frente hasta 2028.
García, al frente de la Lista Celeste y Blanca, triunfó con el 71,54%, fruto de 2.441. Según los datos oficiales difundidos por la Junta Electoral y veedores de la Secretaría de Trabajo, detrás se ubicaron Gutiérrez (24,77%), Christian López (2,96%) y José Verón (0,73%).
El acuerdo de Claudio Vidal y Julio Gutiérrez
Gutiérrez fue uno de los referentes sindicales que pegó el salto a la administración pública con la llegada al gobierno del SER (Somos Energía para Renovar Santa Cruz). Había sido electo como parlamentario del Mercosur, pero Vidal lo designó al frente de la cartera laboral para buscar apagar los focos de conflicto con los gremios estatales y privados.
En el entorno de ambos comunicaron que la salida del gabinete era algo acordado previamente. Gutiérrez tenía decidido trabajar para quedar al frente de su gremio y eso le iba a impedir desarrollar su actividad como ministro. Vidal lo aceptó y apoyó esa decisión desde el primer momento.
Embed - Unión Personal de Seguridad Republica Argentina on Instagram: "¡Ya votó García! Nuestro Secretario General, Ángel Alberto García, ya emitió su voto en los comicios de #UPSRA. #SeguridadPrivada"
Lo que resultó desprolijo fue su partida, que se dio luego de un hecho policial del que habló todo Río Gallegos: Pablo Mandatori, entonces director general de Relaciones Legislativas Municipales, chocó contra un local de lotería, huyó y se refugió en la casa que el ministro de Trabajo comparte con Iris Rasguido, presidenta del Consejo Provincial de Educación.
Gutiérrez no estaba en el lugar, pero el hallazgo de armas y dinero activó críticas y rumores que pusieron a todo el gabinete en jaque. Días más tarde, Vidal anunció cambios en la estructura general de su equipo. El ministro de Trabajo fue uno de los eyectados.
La alianza en Santa Cruz
Con la derrota consumada, Gutiérrez volverá a trabajar a su provincia, donde ya no tiene cargo, aunque conserva una estrecha relación con el gobernador. Vidal sostiene su equipo de trabajo, aunque reseteó la estrategia al enviar a su mano derecha, Pedro Luxen, a ocupar una banca como diputado provincial.
Como el gobernador, Gutiérrez es un hombre surgido del sindicalismo provincial que, luego de una histórica militancia en el peronismo, pegó el salto al universo de dirigentes más proclives al diálogo con la gestión de Javier Milei.
El ahora exministro fue secretario general del Sindicato Unión del Personal de Seguridad Privada y Afines de la Patagonia y presidente de la Federación Argentina de Trabajadores de la Seguridad Privada. El gremio que quiso conquistar reúne a vigiladores que trabajan en diversos sectores estratégicos como fábricas, comercios y grandes empresas como YPF, central en la actividad del sur del país.
Por esa razón, la apuesta excedía los deseos entorno a la militancia personal de Gutiérrez sino que se relacionaba directamente con la gestión de Vidal. Tanto es así que, cuando el gobernador expuso su apoyo a la candidatura de su exministro, lo definió como "un dirigente superior que ha demostrado cómo se puede gestionar tanto en el sindicalismo como en la política".
La elección que volvió a ganar García, fue definida en el sur como "un paso decisivo en la consolidación de un proyecto sindical alineado con el enfoque del gobernador y su equipo político”.
Con los resultados oficializados, esa consolidación deberá esperar.