Mucho antes de ingresar a la lista negra de la mesa chica de Javier Milei, en los albores de su influencia, Nicolás Posse acomodó a numerosos técnicos de su confianza en distintos ministerios y empresas del Estado, que ahora se mueven en la incertidumbre.
Es un contingente de personas que pueden ser desplazadas en las próximas horas o, por el contrario, ratificadas para evitar una parálisis mayor de la gestión, una de las razones por las cuales fue eyectado el exjefe de Gabinete por orden de Karina Milei. En la Casa Rosada calculan que se trata de una veintena de cargos, mientras relevan caso por caso.
Con Nicolás Posse afuera, uno en la mira
Hubo uno que lo acompañó a la salida, Silvestre Sívori, que por un decreto presidencial estaba al frente de la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que ahora dependerá directamente del jefe de Estado, a tal punto que Santiago Caputo, el influyente asesor que camina a diario por la Casa Rosada, se involucró de manera directa en buscarle un reemplazo que se dará a conocer en los próximos días.
Con la caída en desagracia de Sívori, llegaron los cuestionamientos hacia el secretario de Estrategia Nacional, el exmilitar Jorge Antelo, también socio de Posse, que aún se mantiene en funciones.
Su probable desplazamiento quizá calme los rumores que apuntan que la AFI se encargaba de espiar a dirigentes propios, incluso dentro de la sede de gobierno. La paranoia, según pudo observar este medio, obligó en los últimos días a varios funcionarios a hablar con código e, incluso, con anotaciones en papel para evitar que sus palabras trasciendan los muros de sus despachos.
Los sobrevivientes
Otros que todavía sobreviven son José Rolandi, secretario Ejecutivo de Gobierno, que oficia de número dos de la Jefatura de Gabinete; y Martín Herrera Bravo, secretario de Legal y Técnica, que tiene la responsabilidad de cuidar la firma de Milei. Ambos llegaron de la mano de Posse.
Santiago Caputo y José Rolandi.
Santiago Caputo y José Rolandi, encargado de negociar la ley ómnibus y el paquete fiscal en el Senado.
Pese al antecedente, que por estas horas pesa de manera negativa, Rolandi será absorbido por Francos en un nuevo rol que todavía no está del todo claro. Lo que sí es seguro es que ya no tendrá el mismo protagonismo como el que tuvo en las negociaciones por la ley Bases con la oposición. Herrera Bravo se mantendrá tal como está en su oficina pegada al Patio de las Palmeras, ya que es visto en la Casa Rosada como un funcionario que funciona.
Los tentáculos de Nicolás Posse
Al inicio de la administración de La Libertad Avanza, la influencia de Posse llegó a casi todos los rincones. Por un lado, fue quien diseñó el organigrama del gobierno, pero, por el otro, también ostentó la facultad de nombrar directores en las empresas públicas con participación estatal mayoritaria. Mientras tanto, dio la orden a todos los demás ministros de pasar por su despacho antes de que pudieran designar a un nuevo secretario.
La Jefatura de Gabinete cuenta con siete secretarías y ocho dependencias externas, alguna de ellas muy relevantes como ENACOM, que tiene al frente a Juan Martin Ozores; la Administración General de Puertos, a cargo de Gastón Alejo Benvenuto; la Agencia Nacional de Discapacidad, controlada por Orlando Spagnuolo; o la Agencia de Administración de Bienes del Estado, en la que está Nicolás Alberto Pakgojz.
Dentro de área de influencia en la que Posse pudo ubicar allegados hay, también, nueve empresas sociedades del Estado, como Télam, AySA y Corredores Viales, entre otras.
Todas estas designaciones están ahora en evaluación. Una fuente de diálogo cotidiano con el jefe de Estado confirmó que habrá más cambios y desplazamientos en las próximas semanas, aunque -agregó- por ahora no está previsto continuar con la purga de funcionarios de las primeras líneas. "Por ahora no los vamos a cambiar", remarcó una voz inobjetable del gobierno.