Javier Milei tiene confianza ciega en tres personas: la más importante es su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, pero también tienen peso su asesor Santiago Caputo, al que definió como “arquitecto de la victoria”, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, que estuvo a cargo del armado de los equipos técnicos durante la campaña. La mesa chica libertaria tiene una característica particular: sus integrantes no tienen una relación aceitada entre ellos; por el contrario, esquivan las reuniones y cada uno reporta de modo directo al Presidente.
“Es una relación que no fluye. Por ahora es cordial, pero todos se miran de reojo. No son amigos ni comparten asados, son gente que casi no se conoce entre sí, empezaron a tratarse en la campaña y les cuesta trabajar en equipo”, graficó a Letra P un hombre cercano a uno de los tres integrantes del círculo.
Además de las funciones que cumplen en el Ejecutivo, cada pieza de la tríada incondicional tiene un rol fundamental en la vida de Milei. Karina opera como un filtro que habilita quién puede acercarse o no a su hermano, Posse funciona como un “cable a tierra” que se encarga de apaciguar sus arranques de ira, y Caputo se convirtió en el amigo con el que charla su estrategia política, pero que también lo contiene en un plano personal.
Hay una característica que comparten Karina, Posse y Caputo: su bajo perfil extremo, que contrasta con el histrionismo de Milei. Hay muchos funcionarios que ni siquiera les conocen la voz y el trío rechaza hablar con periodistas, salvo contadas excepciones.
Un funcionario con despacho en la Casa Rosada opinó en diálogo con Letra P que mientras que Caputo en términos ideológicos es el más “cerrado” y resulta difícil llevarse bien con Karina -en eso coincide la mayoría de los “expulsados” de las filas de La Libertad Avanza-, Posse tiene un trato más amable: “Es el gerente general de una empresa. Para él, esto es un desafío en su currículum. No está pensando en diseñar políticas a futuro sino en ejecutar las ideas de Milei”.
Karina Milei y ministros
La triada de Javier Milei: Karina Milei con Guillermo Ferraro y Nicolás Posse comparten una reunión en el Hotel Libertador
La banda de Eurnekian
Posse es un recién llegado a la política y acaso su mayor dificultad sea la de liderar un gabinete en el que casi nadie se conoce, en un gobierno que maneja la información con reserva. De hecho, como confirmaron distintos voceros de funcionarios a Letra P, muchas veces las noticias llegan tarde de presidencia, al igual que les pasó a integrantes de la Cámaras de Diputados y del Senado que se sorprendieron con el contenido del decretazo y la ley ómnibus, que ninguno conocía en profundidad.
Milei y Posse se conocieron en su trabajo en Corporación América, del empresario Eduardo Eurnekian, donde el actual jefe de Gabinete lideró diversos proyectos para Aeropuertos Argentina 2000. En julio de 2023, Posse se tomó licencia sin goce de sueldo para dedicarse de lleno a la campaña presidencial de Milei. En ese momento, el entonces candidato libertario empezó a presentarlo como su “jefe de Gabinete”. Posse se puso al frente de los equipos técnicos y, una vez ganado el ballotage, coordinó la transición.
A raíz de su paso por las filas de Eurnekian, Posse conoció también al ministro del Interior, Guillermo Francos, el funcionario "político" del gabinete, encargado de sostener la relación con los gobernadores y tender puentes con el peronismo. Pese a las versiones de un cortocircuito entre ellos, lo cierto es que hoy se los ve caminar a la par: almuerzan juntos varias veces por semana y se lo ve a Francos subir frecuentemente a visitar el despacho del jefe de ministros.
Hay una diferencia muy notoria entre ambos. Posse solo tiene experiencia empresarial, mientras que Francos fue y vino de la empresa a la política muchas veces. Por el rol del jefe de Gabinete y el del titular de la cartera de Interior como negociador con todo el arco político muchos vaticinan un choque entre ambos. Lo cierto es que al menos hasta ahora son complementarios: "Posse no tiene nexos con la política, habla con poca gente extrapartidaria, su agenda es otra", graficó un hombre del gabinete a este medio. Por ahora, se apoya en Francos y encontró un nuevo aliado en el ministro de Economía, Toto Caputo, con quien el lunes compartirá la reunión con el FMI.
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Eurnekian, Javier Milei y Cristiano Ratazzi
Karina acumula poder
El Ejecutivo publicó el último miércoles en el Boletín Oficial cuáles serán las funciones de Karina Milei, en un decreto que refleja su preponderancia. Entre los 19 objetivos que tendrá como secretaria general de la Presidencia hay desde cuestiones políticas -tendrá la atribución de intervenir, supervisar y asesorar las decisiones de Milei-, hasta temas de protocolo y la misión de resguardar la salud del Presidente.
Karina ya designó a los laderos con los que buscará cumplir estos objetivos: Darío Alberto Lucas, Gladys Humenuk y María Belén Agudiez. Lo llamativo es que de estos tres subsecretarios que la acompañarán en la gestión, sólo la última viene de su ala, lo que expone la escasa construcción personal de la hermana del Presidente.
Lucas, que será subsecretario de Asuntos Presidenciales, ya había oficiado como director de Ceremonial durante la gestión de Mauricio Macri y cumplió ese mismo rol en la Cancillería durante la gestión de Cristina Kirchner. Humenuk, designada como subsecretaría de Coordinación Administrativa, también tiene origen en el grupo Eurnekian, ya que fue jefa de Control de Gestión en Aeropuertos Argentina 2000. En su último vivo de Instagram, el Presidente la presentó en sociedad. “Allá atrás está una de mis mejores amigas. Ella y Sandra Pettovello son de mis mejores amigas. Saluda Gladys que te conozcan”, la instó.
Agudiez, nueva subsecretaria de Planificación General, es la única cercana a Karina. En 2021 fue candidata a diputada por el partido de José Luis Espert, pero no logró entrar al Congreso y desde ese momento se acercó a los Milei. El año pasado compitió en La Libertad Avanza como concejal de Escobar y toda la campaña colaboró con Karina, siendo una de las pocas mujeres que se ganó su confianza. Esta semana tuvo su recompensa.