Gracia Jaroslavsky creció admirando a su papá, César “Chacho” Jaroslavsky, un dirigente histórico que fue diputado nacional con el regreso de la democracia, hombre de confianza de Raúl Alfonsín y convencional constituyente de la reforma de 1994. “Si bien era hija de Jaroslavsky, ningún hombre estaba dispuesto a abrirte una puerta en política. Por eso siempre intenté armar equipos de mujeres”, dice la dirigente a Letra P.
Hoy Jaroslavsky es precandidata a diputada nacional por Juntos por el Cambio en Entre Ríos. Va segunda en la lista de unidad respaldada por Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, que encabeza Rogelio Frigerio como precandidato a la gobernación.
Tiene 64 años y nació en Victoria, una ciudad entrerriana sobre el río Paraná. A los 18 se mudó a Buenos Aires a estudiar Fonoaudiología. En los primeros años de la democracia volvió a su ciudad para hacerse cargo de La mañana, un diario local de su familia. Era la directora pero hacía de todo: “En los diarios de los pueblos, los roles están más mezclados. Aprendí a hacer periodismo en todo sentido, desde escribir y editar hasta diagramar si era necesario”.
En la década del 90 entró en la política partidaria en la UCR. Primero fue concejala y después se presentó a la intendencia y ganó. A principios de los 2000 juró como diputada nacional. Cuando terminó su mandato, en 2005, se alejó de la militancia. Volvió al diario y al periodismo, porque sentía que no encontraba representación en su partido. Más de diez años después, un grupo de compañeros y compañeras de la UCR la buscó para que volviera.
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En 2017 fue a internas contra el PRO y perdió. “Era pleno furor del gobierno de Mauricio Macri y nosotros estábamos representando a un sector preocupado por las políticas sociales. Fui bastante crítica del macrismo porque no advertía políticas inclusivas y sociales que reconocieran la educación y la salud pública como cuestiones elementales”, explica.
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Hoy ve la coalición de radicalismo y PRO de otra manera. Opina que hubo una evolución. Cree que pasaron de ser una alianza electoral y parlamentaria a una alianza de gobierno. “Se consolidó y empezó a tener reglas de participación. En el radicalismo hicimos un proceso de entender que los partidos políticos por sí solos no ganan elecciones. La gente ya no vota a los partidos como hacía antes”, explica y agrega que para ella el radicalismo tiene una tradición endogámica: “Siempre fue muy de mirarse el ombligo. Hicimos un proceso interno para conformar una alianza y encontramos definiciones de políticas que nos contienen. Hoy discutimos mano a mano. No somos cuatro o cinco partidos que se juntaron para ganar una elección”.
Paridad, humedales y eutanasia
En 2019 fue elegida diputada provincial y desde su banca presentó un proyecto de ley de Paridad. La propuesta fue debatida en conjunto con la del oficialismo peronista y se llegó a un proyecto conjunto consensuado por las mujeres de todas las fuerzas políticas. La ley fue aprobada en noviembre de 2020 y es una de las más innovadoras del país.
No sólo aplica la paridad en cargos legislativos, como pasa en la mayoría de las provincias y en la ley nacional, sino que es extensiva a los cargos ejecutivos, al Poder Judicial y a los partidos políticos. También fomenta la paridad de manera gradual en las comisiones directivas de organizaciones sociales y los directorios de empresas. “Tenemos una ley pionera porque piensa la paridad como un principio”, dice la candidata.
En caso de ser elegida diputada nacional, Jaroslavsky tiene dos proyectos prioritarios. El primero es volver a presentar la Ley de Humedales. “En Entre Ríos quedamos trabados y muy preocupados porque no se trató en el Congreso. Necesitamos una ley que defina qué son los humedales, en qué estado están y qué medidas tomar para preservarlos. No encuentro un justificativo válido para que esta ley no se apruebe”, dice.
El segundo proyecto que quiere impulsar es la ley de Eutanasia. “La Argentina tiene que discutir la eutanasia en los adultos mayores que están en situación terminal. Se está dando ya en algunas partes del mundo. Hay barreras que responden a conciencias religiosas pero tenemos que desaprender esos dogmas para tener una vida más libre y una muerte mejor”. En el Congreso actualmente hay cuatro proyectos en la Cámara Baja y dos en el Senado que buscan legalizar la eutanasia y distintas formas de muerte digna pero no lograron tratamiento.
En relación a las deudas del Congreso en materia de género, Jaroslavsky dice que apoyará el debate de una ley que cree un sistema de cuidados y modifique el régimen de licencias por maternidad y paternidad.
Para ella, más allá de las normativas, el cambio en relación a la equidad de género ya es visible en las nuevas generaciones. “Todo este proceso cultural y legislativo que estamos haciendo ya está en la sociedad. Para los más chicos, todo esto ya es natural, no van a necesitar las leyes que sancionamos porque ya se consideran iguales. Vienen con otro chip”.