El presidente del PJ es un opositor feroz al proyecto. La intendenta de Paraná le hace la segunda al gobernador y mantiene su histórica posición reformista.
Gustavo Bordet y Rosario Romero, referentes del peronismo entrerriano.
El inicio del debate para la reforma política que propuso Rogelio Frigerio partió aguas en el peronismo de Entre Ríos respecto de la postura a tomar en el momento decisorio. El presidente del Partido Justicialista (PJ), José Cáceres, expresa la oposición férrea a la Boleta Única de Papel (BUP), mientras que Rosario Romero, intendenta compañera de Paraná, encarna una postura decididamente favorable.
Cáceres, que no fue a la convocatoria del gobierno provincial y aclaró que el partido sólo envió al apoderado legal “a ver que era lo que se presentaba”, pero “volvió con las manos vacías”, consideró que el proceso iniciado “es circo de Frigerio para buscar una foto en un momento muy complejo”.
Romero, en tanto, se pronunció a favor sin ambages: “La boleta tiene que ser la boleta única”. En diálogo con Radio Costa Paraná, la presidenta de la Liga de Intendentes del PJ justificó su postura. “Los estados perdemos mucho dinero en sistemas que ya están viejos y que ya no piensan en el ciudadano ni en el ambiente”, dijo.
Aunque en parte porque aún falta que se conozca un proyecto escrito, no ha surgido una posición contundente y mucho menos definitiva de los bloques legislativos peronistas respecto de la reforma. Así, las principales posiciones, el yin y el yang, las expresan Romero y Cáceres.
En el esquema de poder que diseñó el peronismo para el llano, al que todavía no se acostumbra del todo, estaba previsto que por el PJ Cáceres fuera la voz de la beligerancia. En tanto, Romero, por la Liga de intendentes, jugará el rol de nexo conciliador y gestor ante la Casa Gris.
La reforma electoral, parece poner en funcionamiento el libreto escrito de apuro luego de diciembre de 2023. Sin embargo, puede sondearse en la historia reciente el rechazo del presidente del PJ a cualquier actualización del modo de votar que implique modificar las boletas que se usan en Entre Ríos.
“Como ministra de Gobierno de Gustavo Bordet trabajé intensamente en lo que fue el proyecto de reforma electoral”, avaló, en tanto, Romero. “Es muy valioso mejorar los sistemas electorales pensando en el ciudadano”, argumentó y agregó: “Si bien siempre respeto las opiniones diversas y no soy de la confrontación, si uno busca el momento ideal, nunca vamos a encontrar un momento ideal”.
La intendenta de la ciudad más importante de la provincia tiene para mostrar, como Cáceres, una historia que justifica sus argumentos actuales. Pero también tiene consigo el apoyo de Bordet, que promovió la reforma de 2018, que no puso ser sancionada por negativas del urribarrismo, que entonces mantenía incidencia en la dirigencia.
El frigerismo se sube a la grieta surgida en las entrañas del peronismo ante la propuesta reformista y aprovecha para sacar tajada. Funcionarios del gobierno provincial mencionan que si bien el proyecto final no está definido, la base del texto será la reforma inconclusa que propuso Bordet en 2018, redactada por Romero, entonces ministra de Gobierno y defendida por sus alfiles en la Legislatura.
Aunque en ese momento habían optado por el modelo Santa Fe de BUP, en detrimento del modelo cordobés, lo concreto es que el sentido es el mismo. Caminar hacia un modelo de boleta única de papel, dejando atrás a los partido políticos como responsables de imprimir y repartir boletas.