La guerra interna entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta por el liderazgo del PRO y la posesión de la lapicera con la que se escribirán los nombres en las listas de candidaturas tiene su reflejo más fiel en el enfrentamiento que en Buenos Aires protagonizarán Néstor Grindetti y Diego Santilli. El intendente de Lanús, recientemente entronado por Patricia Bullrich para competir por la gobernación, y el diputado, la llave de acceso del jefe de Gobierno porteño al principal distrito del país y, acaso, clave en su carrera hacia la Casa Rosada, deberán librar ahora un duelo de modelos políticos y de gestión, mientras definen aliados y posibles fórmulas electorales.
La designación de Grindetti como precandidato a gobernador, por sobre los otros tres postulantes que ya tenía Bullrich, no hizo más que confirmar que continuaría la interna entre Macri y Larreta, la misma que comenzó hace tiempo, pero quedó expuesta de manera pública cuando el alcalde porteño decidió armar un calendario electoral a su medida para la Ciudad y desafiar el liderazgo del expresidente.
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Es que, más allá del peso político y experiencia de gestión del hombre fuerte de Lanús, su nombre está asociado intrínsecamente al de Macri. Tan así que nadie dudó de que su ingreso a la mesa de armadores del team halcón a fines de noviembre del año pasado y su designación como precandidato único de este sector este mismo jueves fue pergeñado con el respaldo directo del ingeniero, que silenciodamente viene haciendo movimientos que perjudican a Larreta.
Tal como dio cuenta Letra P, Grindetti conoce el andamiaje del PRO como pocos y a su fundador, desde finales de los ‘70, cuando comenzó a trabajar en la empresa Socma, de la familia Macri. Es el de mayor edad de toda la dirigencia de la primera línea del partido y uno de los que más entiende el razonamiento del expresidente. Todos le reconocen su militancia del consenso, no tener ningún tipo de vetos internos y haber amalgamado con precisión su ADN 100% PRO con los vínculos más allá del partido, que llegan al radicalismo, el peronismo no kirchnerista e, incluso, el vecinalismo del interior bonaerense.
En contraste, Santilli comenzó su militancia política en el justicialismo porteño, aunque se sumó al partido amarillo prácticamente desde sus inicios, casi un recorrido calcado al de otros dirigentes del espacio como Cristian Ritondo, el diputado que responde a María Eugenia Vidal, o César Torres, el subsecretario de Gobierno porteño que trabaja bajo la conducción de Jorge Macri.
Anota entre sus últimas responsabilidades de gestión haber sido vicejefe de Gobierno de Larreta, y su exministro de Justicia y Seguridad, pero, sobre todo, una pieza clave en el Plan Canje que armó Larreta en 2021, movimiento programado del alcalde en su camino soñado a Balcarce 50. Descontracturado, entrador y carismático, tanto en los barrios populares del conurbano como en las paquetas calles del centro, son algunas de las características que suelen endirgársele.
Quizá atento a esta disputa nacional que, en parte, le es ajena a ambos, es que Santilli contó durante una recorrida en los distritos de Las Flores y Pila que llamó a Grindetti después de que Bullrich lo eligiera y le propuso tener “unas PASO sanas y propositivas para ganarle al kirchnerismo”, tal como El Colorado había acordaro con el radical Facundo Manes en las primarias de 2021. Eso, en un contexto en el que ambos precandidatos a gobernador no pasan por su mejor momento de relación política.
Hacia adelante, cada uno de ellos deberá definir con más precisión su estrategia electoral para disputar las primarias, ahora con la ratificación de quién será el adversario interno. Por supuesto, los pasos que tome la Unión Cívica Radical de Maximiliano Abad, e incluso el sector disidente del histórico partido que conduce Martín Lousteau, también serán determinantes en la resolución de la competencia, sobre todo porque, se especula, ambos sectores del partido amarillo buscan persuadir a sus socios para conformar listas cruzadas o, al menos, llegar a un entendimiento en las listas seccionales y los distritos.