El senador fue raleado del PJ. El sello Hacemos le ofrece un salvoconducto y se mete en la pelea por la sucesión de Gustavo Valdés. La tunelera sindical.
Camau Espínola junto a los cordobesistas Alejandra Vigo, Carlos Gutierrez y Juan Brugge.
Hacemos, la marca fundada por Juan Schiaretti, tendrá su sello en la contienda que definirá el año próximo al sucesor del gobernador Gustavo Valdés en Corrientes. La novedad ofrece un salvoconducto para muchas figuras opositoras que pujan por una candidatura y particularmente para Mauricio Camau Espínola, el compañero de bancada de la cordobesista Alejandra Vigo, recientemente apartado del PJ correntino.
Tras el voto a favor de Camau a la ley Bases, la interventora del peronismo correntino, Teresa García, impulso una acción por la que el partido le quitó la ficha al ex regatista. Desde entonces, el senador se llamó al silencio hasta que, echando mano a su experiencia olímpica lanzó una serie de sugestivos posteos en los que asegura que “los sueños no se abandonan”.
En esa reaparición pública, Espínola lanzó un sello llamado Correntinos Unidos, que hasta el momento no tiene un correlato institucional, aunque sí parece ser la plataforma para volver al ruedo e intentar, otra vez, llegar a la gobernación de Corrientes.
En ese contexto, el desembarco de Hacemos cobra una particular importancia y no sólo interpela a Espínola, sino a un grupo de dirigentes que en medio del reseteo general de la política provincial analizan la mejor manera de proyectarse de cara a la contienda del año próximo, que será la primera incursión provincial del schiarettismo fuera de Córdoba.
La llegada del partido de Schiaretti es sólo cuestión de tiempo. Las apoderadas del Partido Nuestra Causa, que en 2023 integró las filas de Hacemos por Nuestro País, el artefacto electoral que utilizó el exgobernador de Córdoba para su proyecto presidencial, ya comenzaron el trámite para cambiar el nombre de la fuerza que mira a Espínola y también valora positivamente las gestiones de Martín “Tincho” Ascúa en Paso de Los Libres y de Emiliano Fernández en Virasoro.
Se trata de dos de los nombres que más suenan en el panperonismo provincial de cara a 2025. Son dos referentes territoriales con una relación directa con la fuerza que cambiará su denominación en los próximos meses y que tiene participación específica en esas dos gestiones.
Como todo el arco político correntino, la fuerza que tiene como principal referente a Elvira Miranda reconoce que Espínola es el opositor mejor posicionado en términos de imagen pública, aunque también observa una de sus mayores carencias: la falta de estructuras, que en muchos casos lo hacen actuar como un líbero que toma sus decisiones sin consultarlas con nadie. Eso, al fin y al cabo, fue lo que le costó su expulsión del PJ.
Las referentes de Nuestra Causa conocen a Espínola de cerca. Lo acompañaron en sus campañas provinciales y le reconocen haber llevado adelante una de las mejores gestiones de la historia en la ciudad de Corrientes. Sin embargo, lo notan alejado de la discusión local en un contexto demasiado adverso en la provincia.
Esa realidad, que enmarcan en una foto nacional pero por la que responsabilizan puntualmente a la falta de alternancia en la provincia, es la que hace que el desembarco de Hacemos aparezca como una “necesidad” para buscar un nuevo espacio que escape al clima maracado por “una gran diáspora de los partidos tradicionales”.
En modo schiarettista, en las filas de Nuestra Causa buscan articular un modelo de desarrollo productivo que seduzca electoralmente al electorado correntino, sumando a sectores con los que el schiarettismo ya viene trabajando. Ahí se suma otro candidato: el diputado provincial del Partido Autonomista, José Romero Brisco.
Además de haber compartido campañas junto a Espínola, Miranda tiene otro punto de contacto con el senador que proyecta un eventual armado para 2025. Como titular del Sindicato de Amas de Casa de la provincia, Miranda tiene un aceitado contacto con la senadora Vigo, la esposa de Schiaretti que forma parte del bloque Unidad Federal que el correntino preside en la cámara alta y que completa el entrerriano Edgardo Kueider.
Como ella, tiene un pasado militante en el Frente de Izquierda Popular de Jorge Abelardo Ramos, un posterior desembarco en el peronismo, pero puntualmente un trabajo compartido en la pelea por el derecho de las mujeres y el Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (SACRA).
Vigo tiene a su cargo la obra social del SACRA, que actualmente conduce la morenista María Lucía “Pimpi” Colombo. A lo largo de los años, su rol en el sindicato que la tuvo como secretaria general entre 1995 y 2008 resultó fundamental para regar relaciones. La cosecha sirvió para ir dándole forma al armado nacional que fue la base para la fórmula presidencial que Schiaretti compartió con Florencio Randazzo en las presidenciales del año pasado.
Con Schiaretti decidido a afianzar su proyecto nacional, que sorprendió por su performance electoral en las general del año pasado, el trabajo artesanal de Vigo se revalida en el minuto a minuto de la territorialidad. La relación con Miranda es una de las que se forjó al calor de la lucha sindical. De hecho, la titular del espacio dispuesto a cobijar a Espínola fue una de las fundadoras del SACRA correntino y actualmente es la secretaria de Organización del gremio a nivel nacional.
De esa estructura también participan dos de las hermanas de Vigo, Eleonora (secretaria adjunta) y Élida (secretaria de Previsión social); como así también una hermana de Miranda, Marta, que tiene a su cargo la secretaría de Comunicación y difusión. La hija de la correntina, Amalia, integra la comisión revisora de cuentas.
La enumeración no es menor: los apellidos Vigo y Miranda son los que más se repiten en todo el organigrama del SACRA, del mismo modo que Córdoba y Corrientes son, junto con Tucumán, las provincias con mayor presencia en la conducción del sindicato.