Municipios del PRO y bloques legislativos libertarios presionan por la adhesión al Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones. El gobernador Weretilneck pega primero.
Con la ley Bases aprobada y promulgada, el gobernador Axel Kicillof, uno de los más críticos a la norma, está urgido de tomar decisiones especialmente respecto del Régimen de Incentivo a la Grandes Inversiones (RIGI), ya que pone en juego una inversión de más de 40 mil millones de dólares por la instalación de una planta de Gas Natural Licuado (GNL) en Bahía Blanca, que le disputa Río Negro.
La oposición bonaerense ya empezó a jugar. Al menos cuatro municipios del PRO mandaron a los Concejos Deliberantes proyectos de ordenanza de adhesión al régimen y en la Legislatura de Buenos Aires los libertarios hicieron lo propio. Por su parte, el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, ya envió el proyecto de adhesión al RIGI.
Mientras tanto y hasta que la norma sea finalmente reglamentada -lo que echará luz sobre su implementación-, en el Ejecutivo bonaerense ya ensayan respuestas para sacar a Kicillof del laberinto en que lo mete su postura sobre el RIGI y la necesidad de que no se le escurra entre las manos la inversión más importante de los últimos años en la provincia.
El que picó en punta fue el intendente de San Isidro, el bullrichista Ramón Lanús. Fue el primer jefe comunal en enviar al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para adherir al RIGI. “La Argentina y la provincia de Buenos Aires necesitan de la inversión privada y la seguridad jurídica, por eso acabamos de enviar un proyecto de ordenanza para que San Isidro adhiera al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones”, anunció para después apuntar a Kicillof: “Ojalá la Provincia también se sume”, agregó.
En la misma sintonía se activaron los intendentes de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y de Junín, Pablo Petrecca. También en un municipio peronista apareció un proyecto de adhesión: en La Plata, comandada por Julio Alak, la concejala Belén Muñoz presentó una iniciativa.
Los libertarios ya habían hecho lo propio en la Legislatura bonaerense. El diputado Agustín Romo presentó junto a los bloques de La Libertad Avanza y PRO Libertad un proyecto para que la cámara declare “la imperiosa necesidad de que el Poder Ejecutivo Provincial adhiera al RIGI”. “La negativa y/o demora generará la pérdida inevitable de inversiones en el rubro de hidrocarburos tal cual lo expresó el Presidente de YPF”, expresó el legislador.
El gobernador de Río Negro, que le disputa a Kicillof la instalación de la planta de GNL, es el primer mandatario provincial en dar el paso con el RIGI. Envió a la legislatura el proyecto de adhesión y Diputados lo aprobó este viernes.
“Río Negro camina en busca de un gran objetivo: desarrollar el complejo portuario más importante de Argentina para la exportación de hidrocarburos”, había anunciado el gobernador al anunciar el envío y advirtió que “sin unidad los rionegrinos podemos perder frente a los intereses de la provincia de Buenos Aires, concretamente de Bahía Blanca”.
Kicillof manifestó en reiteradas oportunidades su absoluto rechazo a la Ley Bases y al RIGI. No obstante, la pulseada con Río Negro lo puso en un aprieto. Antes de la aprobación de la norma, Kicillof encabezó una conferencia de prensa para referirse al tema.
Ante la consulta de Letra P, un funcionario cercano al gobernador explicó que el RIGI “es un régimen nacional”, por lo que “cuando se reglamente estará vigente en todas las provincias sin necesidad de que adhieran”. Además, sostuvo que los proyectos impulsados por intendentes opositores son meramente “simbólicos”.
Con este argumento, el Gobierno podría sacarse de encima el incordio político que le podría significar al mandatario tener que adherir al régimen y al mismo tiempo discutir en igualdad de condiciones con Río Negro la instalación de la planta de GNL en Bahía Blanca.
No obstante, diversas fuentes sostuvieron ante la consulta de este medio que la letra chica de implementación de la norma podrá conocerse recién cuando se publique su reglamentación.