MÁXIMA TENSIÓN EN BRASIL

Bolsonaristas tomaron el Palacio presidencial, el Congreso y la Corte Suprema

Cientos de personas invadieron las sedes de los tres poderes del Estado. Reclamaban un levantamiento militar. El mensaje de los líderes de la región.

Un grupo de seguidores de Jair Bolsonaro accedió al Congreso, el Palacio presidencial y al Supremo Tribunal Federal, ubicados en Brasilia, para exigir un levantamiento militar tras desconocer el triunfo y posterior asunción de la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, quien por estas horas se encuentra de viaje en la ciudad de Araraquara, en San Pablo. 

 

Los militantes superaron a las fuerzas de seguridad e ingresaron al establecimiento. Al mismo estilo que los republicanos que tomaron el Capitolio de Estados Unidos, en esta ocasión se vió una mayor cantidad de personas en las inmediaciones y en el interior del Congreso. Los militantes, que sostienen ideas golpistas, ocuparon los techos y los jardines del Palacio de Planalto, sede presidencial, y también al Supremo Tribunal Federal.

 

Además, los manifestantes, que provocaron destrozos en vehículos de la Policía y barreras de protección, se concentraban desde hace varias jornadas en las afueras del Congreso y de otros edificios públicos. También destruyeron barreras de protección y, armados con palos, se enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los bolsonaristas.

 

"Este absurdo intento de imponer la voluntad por la fuerza no prevalecerá. El Gobierno del Distrito Federal asegura que habrá refuerzos. Y las fuerzas a nuestra disposición están trabajando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia", dijo el ministro Flavio Dino.

 

Ante las violentas manifestaciones, el presidente Alberto Fernández condenó "el intento de golpe de Estado" en Brasil y llamó a "defender" la democracia. "Estamos junto al pueblo brasileño para defender la democracia y no permitir #NuncaMás el regreso de los fantasmas golpistas que la derecha promueve", escribió en las redes sociales.

 

En la misma línea, el canciller argentino, Santiago Cafiero, repudió los hechos de violencia en el país vecino a través de su cuenta en Twitter: "Frente a las acciones golpistas de la derecha en Brasil, manifestamos nuestra solidaridad con @LulaOficial y alzamos la voz en defensa de la democracia brasileña".

 

El presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó de "impresentable" los ataque a los tres poderes del Estado por parte de los bolsonaristas, y su ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Arrejola, señaló: "Estamos impulsando con otros países la convocatoria a una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA para respaldar la democracia y el Estado de derecho en Brasil".

 

El presidente colombiano, Gustavo Petro, también expresó su solidaridad con Lula da Silva y consideró que es "urgente" una reunión de la OEA. "El fascismo decide dar un golpe", advirtió en Twitter. "Propusimos que se fortaleciera el sistema interamericano de Derechos Humanos aplicando las normas vigentes y ampliando la carta a los derechos de la mujer, ambientales y colectivos pero la respuesta son golpes parlamentarios o golpes violentos de la extrema derecha", agregó.

 

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