ROSARIO (Corresponsalía Santa Fe) La relación entre el intendente Pablo Javkin y el socialismo, socios en el gobierno de esta ciudad, volvió a tener un cortocircuito por un episodio referido al transporte urbano luego de que una docena de trolebuses comprados hace sólo cinco años presentara fallas y quedara fuera de servicio. Mientras el javkinismo no dudó en tirarle la pelota a la gestión anterior que encabezaba la diputada socialista Mónica Fein, el PS le recordó que el actual intendente era funcionario por entonces y que dirigentes de su riñón hicieron la compra en cuestión. Todo en medio de la construcción de un frente de frentes opositor que tiene a ambas tribus anotadas para competir en la provincia y en la ciudad.
El fin de semana la Municipalidad de Rosario decidió la suspensión de los trolebuses eléctricos de la línea Q y el reemplazo por otras para cubrir el recorrido. Las baterías de las unidades se recalientan con las altas temperaturas y no pueden funcionar de manera autónoma al sistema eléctrico. La decisión de guardar las unidades hasta que el calor se retire sonó precaria y despertó cuestionamientos de la oposición.
Sin embargo, la discusión más dura parece ser interna ya que el coordinador del Gabinete municipal, Rogelio Biazzi, cargó responsabilidades contra la gestión del socialismo. “Se compraron en 2017 en la gestión de Mónica (Fein) (...) Esto es una compra que se hizo en la gestión anterior, y usamos estos coches porque se hizo una inversión”, explicó en radio Sí 98.9.
Luego se desprendió de toda autocrítica y tiró la pelota aún más lejos: “Uno puede hacer autocrítica de las cosas que hizo mal personalmente, en este caso no tuvimos intervención en la compra (...) el intendente trabajó en la sección pero cuando se hizo esa compra era concejal o había sido concejal”, sostuvo cuando se le preguntó al respecto. Sin embargo, en la página de noticias del gobierno de Santa Fe, aún figura la puesta en marcha de los trolebuses con la presencia del entonces gobernador Miguel Lifschitz junto a Fein, que era la intendenta, y el propio Javkin, quien tenía el cargo de secretario general del municipio.
Consultada por Letra P, la dirigencia del socialismo decidía si iba a elevar el tono y hacer un descargo público u optaba por no tensar más la situación. Por el momento decidieron explicar off the record que no sólo el intendente tenía un rol preponderante en el gabinete sino que quien hizo la compra fue Carlos Comi, dirigente de la línea de Javkin, quien estaba al frente del Ente de la Movilidad, y que la licitación la armó la empresa estatal de transporte Movi la cual gerenciaba Alejandro Gentile, hoy presidente de esa firma.
Que nadie se haga el distraído parecen decir de ambos lados. La polémica en el plano administrativo es que se compraron a una empresa rusa, Trolza, que quebró hace un par de años y, por ende, no se pueden reclamar repuestos, servicios técnicos, o incluso activar garantías.
Al margen de las responsabilidades, el tema dispara las diferencias políticas entre los espacios del oficialismo. Desde que compitieron internamente por la intendencia, la situación nunca pudo enderezarse y hasta se fueron algunos funcionarios del gobierno local. ¿Afectará el armado del frente de frentes?