Tras conocer el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, el presidente Alberto Fernández convocó de urgencia a la Quinta de Olivos a sus funcionarios de máxima confianza, Juan Manuel Olmos, Vilma Ibarra, Julio Vitobello, Gabriela Cerruti, y Santiago Cafiero, y con quienes preparó el mensaje que dio a la medianoche por cadena nacional.
El jefe de Estado estaba en la residencia presidencial apenas se enteró de la noticia y se comunicó por teléfono con Cristina. De inmediato, se puso en contacto con sus colaboradores más estrechos y puso en marcha el operativo para emitir un mensaje por cadena nacional en repudio al hecho.
La vicepresidenta también recibió el llamado del ministro de Economía, Sergio Massa, que estaba reunido con su equipo cuando le avisaron de la noticia. Cristina se quedó en su domicilio de Recoleta, donde recibió a dirigentes de su extrema confianza, entre otros, al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y al ministro del Interior, Eduardo de Pedro.
Enparalelo a la reunión de Olivos, el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, coordinó acciones junto al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el Presidente, para tratar de avanzar en el esclarecimiento del hecho.
En tanto, el jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, convocó a una reunión urgente al Senado a todos los dirigentes del oficialismo y de la oposición. La convocatoria culminó con una foto y un mensaje conjunto de los bloques del oficialismo y de la oposición en la Cámara alta.