LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) La tarde que Darío Nieto lo llamó para coordinar una recorrida de campaña con Mauricio Macri, el concejal de Ituzaingó Gastón di Castelnuovo supo que tendría el camino prácticamente allanado para competir por la intendencia del distrito que el Partido Justicialista (PJ) gobierna desde hace 27 años. De todos modos, el joven dirigente del PRO, a quien en público le cuesta decir si respaldará a una de las cuatro líneas que tiene el partido para ir por la gobernación de Buenos Aires, no rehúye a una posible interna, en la que también se anota Gabriel Pozzuto, también concejal, referente incondicional de Jorge Macri que ya se probó en las urnas. Di Castelnuovo o Pozzuto: uno de los dos deberá enfrentar a Alberto Descalzo en 2023, uno de los últimos barones del conurbano.
Antes de la visita de Macri había recorrido el distrito que no gobierna con Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, quienes también habían dado señales de respaldarlo después de que se conocieran los resultados de las elecciones de 2021 en las que se impuso al oficialismo local por un puñado de votos: Juntos obtuvo 39,6% y el Frente de Todos (FdT) sacó 38%. Pese a eso, algunos de sus detractores recuerdan que, entre los resultados de las Primarias y las generales, no logró amalgamar las distintas expresiones internas y perdió cerca de siete puntos entre una elección y otra.
Egresado de la carrera de técnico superior en Administración y Producción Agraria en el Instituto Superior de Enseñanza, Estudios y Extensión Agropecuaria (ISEA), una institución creada en 1988 por la Sociedad Rural Argentina (SRA), y recibido también de una carrera corta de Martillero Público, Corredor, Administrador de Consorcios y Tasador en la Universidad Católica Argentina (UCA), busca un resultado definitivo en 2023 que lo siente en el sillón municipal. Quienes lo conocen destacan su coherencia dentro de Propuesta Republicana (PRO) y la construcción de un proyecto de largo plazo que comenzó un tiempo antes de que decidera abrir su primer local partidario, ubicado en Olazábal al 900, unos meses después de la asunción de Macri en la presidencia.
La mención a una política amarilla de largo plazo tal vez haga referencia a los vaivenes, denuncias mediante, de algunas de las anteriores apuestas de la oposición. Varias fuentes consultadas por Letra P rememoran con cierto amargor las presentaciones judiciales que hizo el excandidato de Cambiemos Osvaldo Marasco contra la por entonces gobernadora María Eugenia Vidal, en el marco de la causa en la que se investigaban aportantes truchos en las campañas de 2015 y 2017, de las que dio cuenta el periodista Juan Amorín.
Como sea, en el entorno de Di Castelnuvo no le dan crédito al caso y se entusiasman con las encuestas nacionales que dan buenos números a la oposición y en la que creen tienen algo que aportar. En este trabajo también está el senador provincial Walter Lanaro, oriundo de Ituzaingó y uno de los impulsores del dirigente de 40 años de edad. De hecho, su hermano Christian Lanaro fue primer candidato a concejal en la lista que en 2019 llevó a Di Castelnuvo como aspirante a la intendencia. “Donde preguntes, el candidato indiscutido es Gastón”, repiten, aunque tampoco temen ir a una interna como sucedió en años anteriores. En ese sentido, reconocen el trabajo de su principal competidor, Pozzuto, pero no esconden las diferencias.
De origen peronista, Pozzuto es una de las principales apuestas del jorgemacrismo en este territorio y parte del grupo que orbita en torno al armado político al que reporta César Torres y que integran, también, otros referentes como David Zencich (Merlo) y Pablo Sívori (Hurlingham). En el pasado, también tejió buenos vínculos políticos con Ramiro Tagliaferro, mucho antes de que éste llegara a la Municipalidad de Morón. Dispuesto a competir, si así lo quiere su jefe político, algunos de las personas que lo rodean aseguran que tiene una visión mucho más crítica de la gestión Descalzo, algo que expresa en el Concejo Deliberante, a diferencia de Di Castelnuovo.
Ambos posibles candidatos reconocen que tendrán una elección difícil por delante, con un intendente de gran experiencia electoral y una buena aprobación en la sociedad que hoy, dicen, le reclama mayor seguridad, por un lado, y más eficiencia y modernidad en las políticas que implementó desde 1995, por otro.