"Yo creo que tenemos que repensar un poco el tema de esta bendita Ciudad de Buenos Aires que es la capital de todos los argentinos y que, de repente, una policía política se ha apoderado de la seguridad de las calles. Esto debe ser replanteado", peopuso la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando promediaban los 20 minutos de la exposición que compartió en el Salón Azul del Senado. Delante de ella estaban el interbloque oficialista en la Cámara alta y el bloque del FdT de Diputados. Se reunieron con la titular del Senado para acompañarla personalmente y transmitirle su apoyo luego de los incidentes del fin de semana.
Cristina venía de un lunes intenso. Recibió la solidaridad de los principales organismos de derechos humanos del país y no detuvo su agenda de reuniones. Dicen que tiene a la firma el decreto parlamentario para convocar una sesión para el próximo jueves con un temario que reúne acuerdos entre oficialismo y oposición. Una parte del rodaje se vivirá este miércoles con cuatro reuniones de comisiones en mismo día.
La convocatoria de este martes se mantuvo en reserva hasta que se conoció poco antes del comienzo del encuentro, convocado para las 17. El arranque se extendió, Cristina habló por 20 minutos y el encuentro concluyó poco antes de las 19. Por un tramo se superpuso en una parte al encuentro del Partido Justicialista que encabezó el presidente Alberto Fernández para organizar apoyos para ella.
En el Senado hubo privacidad antes y después del streaming. Ahí se pudo apreciar un clima de intimidad y de afecto. Junto a ella, estaban las tres cabezas de las bancadas de ambos recintos: la senadora Juliana Di Tullio, jefa del bloque Unidad Ciudadana; su par José Mayans, titular del bloque Frente Nacional y Popular, y el diputado Germán Martínez, presidente del Frente de Todos en la Cámara baja.
En la apertura habló Cecilia Moreau, flamante presidenta de la Cámara de Diputados, pero también representantes de otras tribus del panperonismo legislativo. Martínez fue otro de los oradores junto a Mayans. También se expresó el bonaerense Carlos Selva, del Frente Renovador, el sanjuanino José Luis Gioja y la fueguina Carolina Yutrovic. Según pudo reconstruir este medio, fueron mensajes de aliento. En la mismo tono tomaron el micrófono el jujeño Guillermo Snopek y la neuquina Silvia Sapag.
CFK habló, sin dar precisiones, sobre una iniciativa para revisar las potestades porteñas donde funciona una "policía política". "Esto debe ser replanteado. Primero porque la Constitución no habla de autonomía, habla de que se dicte un estatuto, y además porque esta ciudad es la ciudad de todos los argentinos. Por esta capital hubo guerras civiles durante todo el siglo 19 así que creo que deberíamos replantearnos también el funcionamiento jurisdiccional de cómo se debe ejercer la jurisdicción y cuál es el rol del gobierno federal también en una ciudad como esta", lanzó Cristina en un críptico mensaje sobre los alcances de una futura ofensiva legislativa con el objetivo de limar al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Junto a Néstor Kirchner, la vicepresidenta fue convencional constituyente en la reforma constitucional de 1994. Sabe que en la Carta Magna hay una serie de temas pendientes que podrían abrir nuevos frentes de controversia judicial y legislativa.
Las reflexiones fueron acompañadas por dardos discursivos contra la oposición. Esta vez, sin nombrarla, apuntó a la titular del PRO, Patricia Bullrich, que multiplicó sus críticas contra Rodríguez Larreta por no haber mantenido el vallado. La exministra de seguridad dijo que no importaban los costos para defender la autoridad del Estado. Cristina la parafraseó y luego recordó: "Una ministra que ahora es la presidenta del PRO. Es la misma persona que integraba el grupo que le hizo firmar al presidente (Fernando) De La Rúa el decreto de estado de sitio que terminó con 39 muertos y un gobierno inconcluso", apuntó la vice para asegurar que la conducción política de la policía porteña está en manos de gente con "tal grado de irracionalidad y de irresponsabilidad en el ejercicio del gobierno", que le resulta difícil de admitir.