Mauricio Macri sorprendió este jueves al arribar a Rosario acompañado por el máximo goleador de Boca, Martín Palermo, con quien compartirá panel durante el lanzamiento de una iniciativa ambiental vinculada al campo. La imagen de ambos descendiendo del avión que los trasladó hasta la provincia mediterránea disparó especulaciones acerca de un desembarco del Titán en la política. Fuentes del entorno de Federico Angelini, hombre fuerte del PRO en Santa Fe, hicieron trascender que el expresidente quiere al técnico jugando en la provincia de Buenos Aires. “Llegaron juntos y estarán sentados uno al lado del otro durante el evento. Lo del ingreso a la política no lo confirmo, pero tampoco lo desmiento”, dijo a Letra P un dirigente amarillo que estaba con ellos.
El evento que ambos compartían mientras se escribían estas líneas fue organizado por la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), una organización no gubernamental (ONG) sin fines de lucro integrada por una red de productores agropecuarios que, partir del interés en la conservación de su principal recurso, el suelo, adoptaron e impulsaron la difusión de un nuevo paradigma agrícola basado en la siembra directa.
El programa, denominado Gigaton Carbon Goal, es impulsado por la firma UPL en conjunto con la Fundación FIFA, que preside Macri. El exmandatario invitó al ídolo xeneize a compartir el espacio.
La excelente relación entre ambos se forjó al calor de los goles del delantero, que llevaron al club a los más alto y lo instalaron definitivamente en la escena del fútbol mundial y convirtieron la gestión del egresado del Cardenal Newman en el club en un éxito. Bajo su presidencia, Boca tuvo la racha más ganadora de su historia.
Los une Juan Román Riquelme, otro de los máximos referentes del club, para muchos, columna vertebral de aquella época dorada: es enemigo de ambos. El vicepresidente de la institución de la Ribera cortó relaciones con Macri y con Palermo cuando todavía compartían espacio. El Topo Gigio que el torero le dedicó al entonces presidente xeneize y el desaire a Palermo tras servirle un pase gol quedaron grabados en la memoria colectiva bostera.
Nunca recompusieron relaciones. La enemistad de Riquelme con Macri se extendió a Daniel Angelici, el operador judicial que tomó las riendas del club cuando el ingeniero dio el salto definitivo a la política.
Un desembarco de Palermo en la política bonaerense podría alterar el orden de cosas en el armado amarillo, donde florecen las candidaturas a gobernador y se vislumbran internas en muchos distritos. Distinguidos entre halcones y palomas, las postulaciones amarillas vectoras son las de Diego Santilli y Cristian Ritondo a la gobernación, el primero representando al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el otro, a la exgobernadora María Eugenia Vidal. El expresidente evita expresar un apoyo público a alguno de los dos, pero se paseó por La Plata junto al exministro bonaerense semanas atrás, lo que fue leído como un apoyo tácito.
A contramano de las versiones de dirigentes cambiemistas santafesinos, Darío Nieto, exsecretario privado de Macri y legislador porteño del PRO, dijo a Letra P que no están trabajando en la incorporación de Palermo a la fuerza. “Palermo fue a Santa Fe porque tenía un compromiso con UPL (…) Nada que ver con una candidatura”, respondió a la consulta de este medio.