El Círculo Rojo productivo salió al rescate del ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien elogió en público y en privado y le dio un sustento por afuera de la política partidaria que no encontró hasta ahora del propio oficialismo, a excepción del presidente Alberto Fernández. Los elogios partieron de los grandes empresarios que participaron del almuerzo en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), que se realizó este jueves en el porteño Alvear Palace Hotel del barrio de la Recoleta. Antes que los industriales, el propio ministro defendió su plan.
"Estamos confiados en el plan económico y por eso vamos a seguir invirtiendo", afirmó el presidente de la Corporación América, Eduardo Eurnekián, cuando invitó a sus pares a brindar al cierre del cónclave. Fue uno de los más efusivos en su respaldo. Con una sonrisa de tranquilidad estaba Guzmán, quien se quedó a compartir el lomo de ternera con cremoso de maíz y queso brie, vegetales de estación y salsa de hongos que se sirvió en el salón principal del coqueto hotel. Se perdió la entrada, porque su presentación y las respuestas duraron casi una hora, y tampoco se quedó para el café final.
El presidente del Cicyp y jefe de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, le dio una bienvenida elogiosa y en su discurso dejó claro el respaldo del sector productivo ligado al Grupo de los Seis. "Seguimos convencidos de que hay que trabajar en el camino de la certidumbre, con metas previsibles, con una gran convicción de afianzar el camino del desarrollo", dijo.
También contundente fue el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi. "Guzmán es el ministro más importante que tiene el Gobierno", respondió a la pregunta de Letra P sobre el éxito que pueden tener las presiones del sector que lidera la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para que abandone el cargo por diferencias en el rumbo económico. "Yo estoy alejado absolutamente de este gobierno porque tengo diferencias ideológicas evidentes, pero hemos apoyado la reestructuración de la deuda externa, porque creemos que es el camino a seguir", acotó.
Los empresarios reunidos en el hotel porteño rodearon a Guzmán desde su llegada. El ministro saludó casi uno por uno en su ingreso al salón de eventos. Antes, se había encontrado con su contrincante circunstancial de partidos de paddle, Daniel Scioli. El embajador argentino en Brasil fue invitado especialmente por los industriales, con quienes mantuvo un encuentro días antes. La presencia del diplomático, otro con historial en embates del cristinismo, le dio un plafón más grande al funcionario nacional.
"El pibe está poniendo todo en la gestión. Se cargó la solución de la deuda externa con privados y con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Junto con el Banco Central está surfeando las olas de una crisis financiera que parece estar siempre por estallar, pero que, a pesar de las pocas reservas, siempre se termina manejando y encima en medio de un clima de incertidumbre muy fuerte. Está claro que está jugando hasta su prestigio internacional en un cargo en el que ni siquiera tiene ambiciones personales desde el punto de vista político", le dijo a Letra P el dueño de una empresa con sede en la provincia de Buenos Aires.
Más allá de los elogios públicos, off the record, los integrantes del establishment no tienen una confianza ciega en el plan Guzmán, pero, como el mal menor, aclaran que "es mejor que cualquiera de los reemplazantes que propone el kirchnerismo". De hecho, luego de escuchar el planteo del ministro de Economía, varios empresarios consultados por este medio ironizaron sobre las explicaciones contextuales y locales y los escenarios futuros que pronosticó en el power point que proyectó: "Cuando asuma, será un gran ministro de Economía".
La crítica no es a Guzmán, sino que consideran que "la falta de un respaldo político genera incertidumbres en el mercado" y que ese ruido "atenta contra todas las medidas que pretendan controla la inflación y ordenar la macroeconomía", tal como resumió a Letra P uno de los presidentes que integran la mesa del G6. El Círculo Rojo dejó claro en público que "respalda de manera contundente" la continuidad del titular del Palacio de Hacienda, pero tiene "dudas" de su futuro ante la "feroz interna" en el Frente de Todos.
Para los empresarios, el respaldo a Guzmán tiene, como fondo, mantener una línea de juego. De esa manera, dejó claro que un desplazamiento en Economía en favor de un funcionario con línea directa con el kirchnerismo duro y La Cámpora será "inviable" para lograr consensos. "Si llega Augusto Costa (ministro de Producción bonaerense), que es el más moderado de ese sector, las inversiones se espantan", graficó un líder del G6, en estricto off the record con Letra P.