Cada tanto, el expresidente Mauricio Macri vuelve a escena con pronunciamientos en modo estadista retirado. Esta vez, criticó la política exterior del Gobierno anclado en las declaraciones del presidente Alberto Fernández durante su encuentro con el ruso Vladímir Putin, ensayó una clase magistral de diplomacia en reivindicación de la política exterior de su gobierno y se animó a pedir “prudencia”, a advertir que “no es momento para la improvisación” y hasta a hablar del FMI. Lo hizo tres años después de haberle pedido a ese organismo 57.000 millones de dólares a devolver en cuatro años.
A través de sus redes sociales, compartió un texto en el cual consideró que los dichos del Presidente “pueden alterar la posición internacional que la Argentina ha mantenido por años, además de potencialmente hacer peligrar el acuerdo aún no firmado entre la Argentina y el FMI”.
Durante su visita a Rusia, Fernández dijo que “Argentina tiene que dejar su dependencia con Estados Unidos y el FMI” e invitó al líder de la potencia euroasiática a utilizar el país como “puerta de entrada” a América Latina, en tanto que este viernes participó de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 en la República Popular China de Xi Jinping. Como contó Letra P, los encuentros con los líderes de las potencias en tensión con la administración de Joe Biden convierten a Fernández en un equilibrista de futuro incierto.
“Semanas antes, funcionarios argentinos se habían reunido con autoridades norteamericanas para solicitar la ayuda de EE.UU. frente a las negociaciones con el FMI. Todos sabemos que no se puede al mismo tiempo pedir ayuda y después declarar rechazo a quien nos está ayudando. Eso es lo que hizo la Argentina ayer con las palabras del Presidente”, aseveró Macri.
En ese sentido, señaló que “las relaciones internacionales deben ser cuidadosas y responder a un plan coherente que se extienda en el tiempo, mucho más allá de la duración del mandato de un gobierno” y aprovechó para diferenciar su política exterior de la del Frente de Todos. Dijo que “mantuvo al mismo tiempo y sin contradicciones excelentes relaciones políticas y comerciales con Estados Unidos, Rusia (vale aclarar que tuvimos cuatro fructíferas reuniones bilaterales con el presidente Putin), China, Japón, todos los países europeos, los países clave de cada continente y casi todos” los países de la región, así como con “casi todas las organizaciones internacionales que reúnen los intereses de los países”, se explayó.
Como ejemplo, destacó a la cumbre del G20 realizada en el país como “la expresión más lograda de esa política equilibrada” y auguró que “una gran parte del futuro de lo que la Argentina puede llegar a ser se juega en el cuidado de esas relaciones que, lamentablemente, el gobierno actual se empecina en dilapidar”. Desde su punto de vista, “un error en el posicionamiento internacional puede ser la ruina económica e incluso hacer peligrar la paz del país y la región”, se envalentonó.
“No es un momento para la improvisación en política internacional. La amenaza de un conflicto armado pone en peligro la estabilidad mundial. Se necesita extremada prudencia, sensatez, crear confianza, escuchar a los expertos, atender el conocimiento profesional y tener modestia. Nada de lo que este gobierno ha mostrado hasta ahora”, concluyó.