El presidente Alberto Fernández volvió este martes a la Casa Rosada para retomar su agenda de trabajo luego de la gira que lo llevó la semana pasada a París y Bali, para participar de la cumbre del G20, donde padeció un cuadro de "gastritis erosiva" que lo obligó a reducir sus actividades.
El mandatario llegó a la Casa Rosada pasadas las 10 y, según confirmaron fuentes oficiales, mantuvo un encuentro de trabajo con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, con quien repasó la marcha del gobierno durante su ausencia por el viaje.
Si bien aún no hay confirmación oficial, está previsto que el Presidente cancele el viaje a México que tenía pautado esta semana para reunirse con su par Andrés Manuel López Obrador.
El mexicano confirmó que se suspende la cumbre de la Alianza del Pacífico -el bloque comercial conformado por su país, Chile, Colombia y Perú- programada para este viernes en México, por la negativa del Congreso de Perú de permitir la asistencia del mandatario Pedro Castillo.
El sábado, tras su regreso de la gira internacional, Fernández se sometió a un chequeo médico que no arrojó lesiones con sangrado activo tras el cuadro de gastritis erosiva que sufrió en Bali y se le indicó reposo y el retorno paulatino a sus actividades laborales, según reportó la Unidad Médica Presidencial.
El episodio ocurrió el martes pasado en esa isla del país asiático cuando, mientras estaba dialogando con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, Fernández, sufrió un cuadro de hipotensión y mareos.
El jefe de Estado dijo sentirse mareado. Tras ser atendido en el lugar, el mandatario fue trasladado en una ambulancia al Sanglah General Hospital de Bali. En ese centro asistencial, le realizaron análisis de sangre y una endoscopía, que determinó el cuadro de gastritis erosiva con signos de sangrado, por el cual debió restringir algunas actividades previstas en el marco de la cumbre de líderes del G20.