Desde este viernes, Horacio Rodríguez Larreta pasará 72 horas en Córdoba. Será su primer desembarco después de las elecciones del 14 de noviembre en uno de los distritos electorales más importantes para Juntos por el Cambio (JxC). La minigira estará concentrada en mostrarlo con todos los referentes locales de la coalición opositora, pero a partir de un disparador vinculado a la gestión cultural: el festival de folklore de Cosquín, que ya contó con una previa porteña organizada entre septiembre y octubre por el ministro de Cultura capitalino, Enrique Avogadro, que estará al lado del alcalde cuando visiten la mítica plaza Próspero Molina. De este modo, el jefe comunal retoma sus viajes al interior, aunque diez días atrás había suspendido el road show veraniego.
La última vez que Rodriguez Larreta visitó la provincia mediterránea fue el 22 de octubre. En esa oportunidad estuvo acompañado por el senador Martín Lousteau para respaldar a los aspirantes cordobeses que compitieron en las últimas elecciones. Tras al resultado de las elecciones tenía otra recorrida para participar de la inauguración de la filial cordobesa de la Fundación Pensar y acompañar la designación del exministro de Turismo Gustavo Santos como su titular, pocos días después de haber sido electo diputado nacional. Pero Luis Juez había puesto el grito en el cielo. Lo acusó de visitar la provincia para respaldar al delfín del expresidente Mauricio Macri, que había perdido en la interna local de JxC. Fiel a su estilo, Rodríguez Larreta suspendió el viaje, pero participó del evento en forma virtual. Una semana después lo invitó a Juez a la sede porteña para limar asperezas, pero las sonrisas forzadas del encuentro deslizan que sólo fue una tregua.
En ese contexto llegará este viernes el jefe de Gobierno capitalino a La Docta. Los tironeos con Juez no han concluido. Un sector del larretismo, liderado por el diputado nacional Diego Santilli, vendió que la gira fue posible luego de un acuerdo con Juez en un almuerzo en Palermo. En la sede comunal porteña relativizaron esa versión y le bajaron el tono al perfil del exvicejefe de Gobierno en el armado federal, aunque es uno de los integrantes de la mesa que armó el alcalde con el exintendente y flamante ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, y el titular del bloque macrista en Diputados, Cristian Ritondo.
En las oficinas de la calle Uspallata indicaron que en las próximas 72 horas Rodríguez Larreta estará con Juez, pero también con el titular del bloque de la UCR en Diputados, Mario Negri, con el diputado macrista y excandidato Héctor Baldassi y con la exsenadora y flamante diputada Laura Rodriguez Machado, entre otros. También sería de la partida Rodrigo De Loredo, que desde que llegó a la Cámara baja, el 10 de diciembre, es el jefe del bloque UCR Evolución, que se separó del bloque radical y desautorizó a Negri, su principal antagonista. "En política o cobijás la realidad o pagás las consecuencias. Debe haber un Cambiemos más federal y que estén las figuras con mayor competitividad electoral”, disparó el dirigente después del lanzamiento de la Fundación Pensar.
Hasta que se muestre en Cosquín (flanqueado por Avogadro), Rodríguez Larreta buscará mostrarse con todos los pelajes de la interna de JxC. Sabe que luego de las últimas elecciones la disputa se recalentó. Por eso buscará transmitir un mensaje de unidad con el objetivo de evitar un nuevo paso en falso en el escenario interno cordobés.
El registro negativo más reciente no tiene que ver con la bronca de Juez y su empoderamiento después de las últimas elecciones, sino con el traspié que protagonizó pocos días antes de las elecciones municipales de Río Cuarto, que se celebraron el 29 de noviembre de 2020, en plena pandemia. Entusiasmado por las encuestas que le habían entregado, filmó un video de respaldo al candidato Gabriel Abrile, de la UCR, que perdió con el peronista Juan Manuel Llamosas, quien obtuvo su reelección.
Rodriguez Larreta grabó un video que se viralizó pocas horas antes de los comicios riocuartenses y quedó pegado con la derrota de Abrile. Esa decisión lo puso en muy malos términos con el gobernador Juan Schiaretti, de buena relación con el alcalde porteño hasta que le informaron que el jefe capitalino había decidido meterse en la pelea riocuartense, una zona de extrema preocupación para el cordobesismo. En respuesta, Schiaretti lo castigó. Habilitó que sus cuatro diputados acompañasen el proyecto enviado por el presidente Alberto Fernández para quitarle a la Ciudad de Buenos Aires el 1% de coparticipación federal que le había entregado Macri para financiar el traspaso de las 53 comisarías porteñas a la órbita capitalina.
La movida electoral riocuartense lo puso en peores términos con Schiaretti, pero también reveló un traspié inaugural para sus aspiraciones presidenciales, porque fue el primer intento larretista para capitalizar en Córdoba la proyección nacional que el alcalde estaba construyendo en medio de la pandemia. Ahora volverá a esa provincia para retomar ese hilo, en medio de una interna local donde también comenzará a elegir a los dirigentes que acompañarán su proyecto presidencial para 2023.